Ssimbwa Lawrence es presbítero misionero de la Consolata; actualmente trabaja en Colombia.  


martes, 16 de mayo de 2023

El mes de mayo según el beato José Allamano.

 

El mes de mayo es tradicionalmente conocido como el mes de la Santísima Virgen Maria. En este mes se resalta bastante la importancia de  la Madre de Dios en la vida espiritual de los fieles católicos. En este mes dedicado para honrar a la Virgen María, se intensifica bastante el rezo del rosario, oración que tradicionalmente los católicos hacen para suplicar al Señor los favores a través de la intercesión de la Madre de Dios.

Es importante notar que, en el siglo XII nació la fiesta de la devoción de los treinta días a la Virgen María que tenía lugar entre la segunda quincena de agosto y la primera de septiembre. Sin embargo, un mes entero dedicado a la Virgen María se remonta al siglo XVII. En ese tiempo, el mes de la Virgen María incluía treinta ejercicios espirituales en honor a Ella. Fue en esta época que se incluyó un culto especial a la Virgen María en el mes de mayo, que es el que ha llegado hasta hoy.  Actualmente, desde el nivel familiar, parroquial y diocesano, se realizan varias actividades como el rezo del rosario diario para intensificar la devoción a la Virgen María.

La exhortación del beato José Allamano acerca del mes de la Virgen María.

El beato José Allamano era extraordinariamente devoto a la Virgen María bajo la advocación de La Consolata. Su vida espiritual era inseparable de la Santísima Virgen María. Para él, la Virgen Consolata era todo. Inclusive, los dos Institutos misioneros fundados por él llevan el nombre de la Virgen Consolata. Por eso, para él, el mes de mayo es muy importante por ser un mes dedicado a la Madre de Dios.

Según el beato José Allamano, la Virgen María es camino seguro para llegar a Jesús. Sencillamente no se puede llegar a Jesús sino por María. Al respecto dice José Allamano: “Si uno quiere salvarse sin pasar por María se equivoca. ¡A Jesús  por María! (Así los quiero, p. 220). Según el José Allamano  la Virgen María es canal de gracia porque todas las gracias de Dios pasan por Ella. Además la Madre de Dios es garantía de santificación, pues “quien quiera alcanzar la santidad sin la Virgen, es como quien pretende volar sin alas. Todos los santos fueron devotos de la Virgen María” (Así los quiero, p. 220).

Para ello, para José Allamano es muy importante el mes de mayo especialmente para los misioneros y las misioneras de la Consolata debido a las siguientes razones:

1.    Por ser hijos e hijas de la Consolata: Los misioneros de la Consolata son marianos por excelencia. La devoción a la santísima Virgen María bajo la advocación  de la Consolata hace parte del ser de los misioneros y las misioneras de la Consolata. Al respecto afirma el beato José Allamano: “Como hijos e hijas de la Consolata, vivamos bien el mes dedicado a María Santísima. Si todos deberíamos ser afectuosos con María, con más razón los misioneros y las misioneras. Por tanto tratemos de santificar este mes honrándola y creciendo cada vez más en el amor hacia Ella” (Así los quiero, p. 234). Aunque en el mes de mayo, todos los fieles católicos están llamados a acrecentar su devoción a la Virgen María, para los misioneros y las misioneras de la Consolata, les incumbe hacerlo con mayor fervor por ser hijos e hijas de la Virgen Consolata, su Madre y Fundadora de las comunidades misioneras a las que pertenecen.

2.    Imitar las virtudes de María: San Luis de Montfort en su obra espiritual mariana “Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen María” resaltó diez de las virtudes más importantes de la santísima Virgen María. Ellas son: la humildad profunda, la fe viva, la obediencia ciega, la oración continua, la mortificación universal, la pureza divina, el amor ardiente, la paciencia heroica, la dulzura angelical, y la sabiduría divina. Para ello,  el mes de mayo es para imitar las virtudes de la Virgen María. Al respecto dice el beato José Allamano que “tratemos de vivir este mes esforzándonos por crecer en la virtud que la Virgen nos sugiera: oraciones, homenajes, actos de virtud. Esto es lo que debemos hacer en este mes para honrar a María” (Así los quiero, p. 234).

3.    Amar más a la Virgen María: La Virgen María es Madre de amor y misericordia. Vale recordar que ante la escasez del vino en las bodas de Caná, Ella intercedió ante su Hijo, nuestro Señor Jesucristo para que la situación se mejorara.  Recomendó con amor a los sirvientes hacer lo que Jesús les dijera (Jn 2:5–9). Su intervención amorosa aportó a la felicidad de toda la boda, pues Jesús convirtió el agua en vino. El beato José Allamano sintetiza la invitación de amar a la Virgen María con esta frase: “Quiero que para ustedes sea el mes de María todo el año, porque deben estar como enamorados de la Virgen” (Así los quiero, p. 235).

4.    María es Patrona y Protectora de misioneros y misioneras de la Consolata: Para los misioneros y las misioneras de la Consolata, el mes de mayo es muy especial, pues la Virgen Consolata es la Patrona y Protectora especial de los dos Institutos fundados por el beato José Allamano. Sobre eso, afirma el beato José Allamano: “Ella sigue haciéndonos ver que ama a nuestro Instituto. ¡La he puesto como Patrona y Protectora para que se ocupe ella! (Así los quiero, p. 235). Así que, en este mes de mayo, es importante encomendar a la Virgen Maria la obra evangelizadora de los misioneros, pues Ella es la primera misionera de Jesucristo y la mayor intercesora de la Iglesia misionera.

Conclusión

Mayo es el mes de la Madre de Dios y Madre de la Iglesia. Es el mes para intensificar nuestra devoción a Ella. Como misioneros y misioneras de la Consolata, las palabras  del beato José Allamano, acerca del mes de mayo nos resuena con frecuencia: “Como hijos e hijas de la Consolata, vivamos bien el mes dedicado a María Santísima. Si todos deberíamos ser afectuosos con María, con más razón los misioneros y las misioneras” (Así los quiero, p. 234).   

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