Ssimbwa Lawrence es presbítero misionero de la Consolata; actualmente trabaja en Colombia.  


martes, 26 de septiembre de 2023

La pastoral misionera en el contexto afrodescendiente.

La pastoral misionera es fruto de la obediencia al mandato misionero de Jesús: “vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,  enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo (Mt 28, 18-20).

Pero, ¿qué es una pastoral? Vale contestar esta pregunta que nos conducirá al entendimiento de la pastoral misionera. La pastoral en sí es la forma histórica como la Iglesia actualiza en cada época la revelación de Dios, interpretando sus caminos y mostrando la manera de seguirlos. De origen agrario, la palabra pastoral se relaciona con el pastoreo de las ovejas, algo común en la Palestina del tiempo de Jesús, y que por eso se usa mucho en la Sagrada Escritura como metáfora lingüística de las acciones de los líderes de la época, y de la misma actividad de Jesús y sus discípulos.

Siguiendo esta imagen bíblica, la acción pastoral es el conjunto de actividades que hace la Iglesia para llevar a cabo la invitación de Jesús de anunciar a todos el mensaje de salvación. Dicho de otra forma, la pastoral es el servicio salvífico de la Iglesia que se fundamenta en la voluntad universal salvífica de Dios.

La pastoral misionera

La pastoral misionera es la acción evangelizadora de la Iglesia que busca siempre despertar e impulsar en los bautizados el espíritu misionero y la acción evangelizadora de distintos grupos y comunidades que realizan la actividad misionera en el pueblo de Dios. Dicho de otra forma, es el servicio evangelizador con el cual se anima y forma misioneramente a los cristianos para que realicen eficazmente su misión local y universal.

Es importante notar que la pastoral de la Iglesia es una sola, aunque se manifieste en diferentes pastorales de acuerdo al contexto de cada lugar. Por eso, en la Iglesia hay diferentes pastorales, tales como la pastoral penitenciaria, pastoral afro, pastoral familiar, pastoral de salud, pastoral social, pastoral juvenil, pastoral de infancia, etc. La pastoral misionera desea que Jesucristo sea conocido, amado y seguido como único Salvador del mundo por quienes todavía no lo conocen, o por quienes por algunos motivos abandonaron la fe en Señor.

Asimismo, la pastoral misionera promueve la evangelización para que el Evangelio sea conocido y vivido por diversos pueblos a la manera de sus cosmovisiones culturales, que no sean deformadas, sino elevadas por el mensaje del Señor. La pastoral misionera comunica la fe a los demás, pues “la fe se fortalece dándola” (Redemptoris Missio, no. 2). Así que, la pastoral misionera de la Iglesia tiene estos enfoques:

La misión con los que no conocen a Cristo: se trata de la acción misionera comúnmente llamada Adgentes con el fin de que Cristo sea conocido y seguido por los pueblos y culturas que todavía no lo han conocido. A ellos se les dirige el primer anuncio. El objetivo del primer anuncio es provocar en los que no conocen a Jesucristo una actitud de búsqueda, el interés por la fe en Él y su evangelio.

 La misión con los más alejados: Con los más alejados, quizá no sea la primera vez que muchos de ellos han tenido encuentro con Jesucristo, ya que a menudo se trata de cristianos bautizados que fueron catequizados en su infancia. Nos referimos a aquellos hombres y mujeres que se declaran cristianos o creyentes, en los que persiste un fondo religioso que alimentan ocasionalmente, pero que construyen su vida diaria sin gran referencia a Jesucristo y su evangelio. Sin embargo, los años que han vivido al margen de la fe, han desfigurado en ellos todo rasgo cristiano y normalmente, la acción pastoral que se dirige a ellos es la nueva evangelización.

La misión a los creyentes: A los creyentes en Jesucristo se les dirige la acción pastoral con el fin de alimentar su fe y asegurar su compromiso con el seguimiento de Cristo. El objetivo de la acción pastoral a los creyentes es provocar en ellos una apertura al Evangelio, la búsqueda constante de Dios, la centralización de la propia vida en Jesucristo y la disponibilidad a su seguimiento. En este caso, se dirige el pastoreo a las comunidades de base, a los grupos apostólicos, a las familias, a los enfermos, a los sectores evangelizados, a las instituciones, etc. La acción pastoral a los creyentes y a comunidades evangelizadas tiene como propósito acompañar su camino de fe en el Señor.

Actitudes misioneras del evangelizador en el contexto afrodescendiente.

Una actitud puede entenderse como la tendencia a actuar de una manera determinada. El misionero en el contexto afro ha de tener unas actitudes misioneras particulares que le pueden facilitar en su tarea evangelizadora. La pastoral misionera entre la población afrodescendiente debe siempre partir del contexto del mismo pueblo. Es importante notar que, el anuncio de Jesucristo no es algo ajeno al contexto del pueblo afrodescendiente. De hecho, en la mayoría de los territorios de los afrodescendientes, el evangelio llegó hace muchos años casi en el mismo tiempo de la evangelización de la mayoría de los países latinoamericanos o en todo el continente americano. Muchos de los afrodescendientes son bautizados, aunque haya buen número de los que no practican la fe u otras que la haya abandonado completamente. En este contexto, es muy urgente la nueva evangelización y la misión Adgentes. Por eso, el misionero en el contexto afrodescendiente debe tener algunas actitudes misioneras necesarias que comparto a continuación:

Conocimiento de la historia del pueblo afro: La primera actitud que el evangelizador debe tener es la apertura a la historia del pueblo afro. Debe partir de la pregunta: ¿qué es el pueblo afro, o quién es la persona afrodescendiente? El afrodescendiente es aquella persona con raíces africanas  que vive en las Américas y en todas zonas de la diáspora africana. El pueblo afrodescendiente en cualquier país en América Latina o en todo el continente americano tiene una historia peculiar. Es un pueblo cuya historia empieza con los ancestros africanos que fueron traídos involuntariamente a las Américas como esclavos. Por eso, conocer su historia es darse cuenta del pasado y el presente para poder proyectar el futuro del pueblo afro. Conocer la historia es darse cuenta de sus luchas tanto en el pasado como en el presente. La historia facilita conocer al hombre y a la mujer afro, sus alegrías y sufrimientos. Conocer la historia libera al evangelizador de los prejuicios y estigmatizaciones que ha habido acerca de la población afro. Conocer la historia es encarnarse en la realidad que se vive para poder anunciar a Jesucristo sin que Él sea ajeno e indiferente a la vida de los afros. La historia del pueblo afrodescendiente hace que haya una pastoral diferenciada comúnmente llamada la pastoral afro que promueve la inculturación del evangelio. Así que, el conocimiento de la historia del pueblo afrodescendiente facilita la evangelización en el contexto del mismo pueblo.

Conocimiento de la cultura afro: La cultura es la identidad de cada persona y pueblo, pues ella es el conjunto de significaciones que dan sentido a la forma de entender toda la realidad en la que se inserta. Es un paso importantísimo que el evangelizador conozca y se identifique con la cultura afrodescendiente. Por la trascendencia de la cultura, se suele escuchar a algunas personas utilizando frases como “en mi cultura hacemos así”, “ésta es mi cultura”, etc. Esas expresiones hacen entender que no existen personas ni pueblos sin cultura y que la cultura es lo distintivo de cada ser humano y de cada pueblo. La cultura de los afrodescendientes tiene elementos que les diferencia de otros pueblos. Como en todas las culturas, asimismo, el evangelizador debe amar la cultura afro. La cultura afro se expresa en varias formas: la gastronomía, las danzas, poesías, la manera de entender el tiempo, los ritos mortuorios, los ritos de nacimiento, el agua de socorro, la familia extensa, la vida comunitaria, etc. Si la cultura afro no entra en dialogo con la fe, difícilmente habrá una evangelización sincera que pueda causar un encuentro verdadero con Jesucristo.

Conocimiento de la cosmovision e idiosincrasia del pueblo afro: La cosmovisión es la manera como una persona o una cultura ve e interpreta el mundo. Se trata del conjunto de creencias que permiten analizar y reconocer la realidad a partir de la propia existencia. La idiosincrasia es una característica de comportamiento, manera de pensar, sentir y actuar, rasgos y carácter propios o culturales de un individuo o una comunidad. Un evangelizador en el contexto afro debe tener en cuenta la cosmovisión e idiosincrasias del pueblo afrodescendiente. Debe tener presente la cosmovisión del pueblo en torno al nacimiento de un niño, en cuanto a la muerte de una persona, las celebraciones de la comunidad, etc. El conocimiento de la cosmovisión e idiosincrasias permite relacionarse bien con las personas y eso facilita la evangelización en el contexto afro.

Despojo de estigmatizaciones y mentalidades negativas: La estigmatización tiene que ver con el conjunto de las actitudes y creencias desfavorables que desacreditan o rechazan a una persona o a un grupo. Históricamente la población afro ha sido estigmatizada. La estigmatización al pueblo afro ha desembocada en discriminaciones y creación de mentalidades negativas acerca del mismo. El evangelizador en este caso, debe despojarse de las estigmatizaciones y mentalidades negativas que se han tenido a lo largo de la historia acerca de las personas negras. San Pablo dice claramente: “a los judíos me hice como judío, para ganar a los judíos; a los que están bajo la ley, como bajo la ley (aunque yo no estoy bajo la ley) para ganar a los que están bajo la ley” (1 Cor 9:20). Esa debe ser la actitud del evangelizador en el contexto afrodescendiente. El despojo de las estigmatizaciones permite identificarse plenamente con las personas e interactuarse fácilmente con ellas. Despojarse de estigmatizaciones permite liberarse de las influencias negativas sobre las personas y los pueblos. Despojarse de estigmatizaciones ayuda a liberarse de hacer falsos juicios sobre las personas, y eso crea un ambiente donde se  aprecia  la diversidad cultural en la sociedad. Por eso, el evangelizador debe ser libre de cualquier estigmatización que le pueda llevar a desacreditar a las personas, pueblos y culturas. Eso sería un paso más para la evangelización en el contexto afrodescendiente.

Alegría y amistad: El pueblo negro está siempre caracterizado por la alegría y amistad. Quien anuncia el evangelio en su contexto debe tener la actitud alegre y amistosa. Pues la amistad  es una relación efectiva que se puede establecer entre personas, que se basa en los valores fundamentales como el amor, la lealtad, la solidaridad, la sinceridad y el compromiso, y que se cultiva con el trato asiduo y el interés recíproco a lo largo del tiempo. Varios santos y santas han reflexionado acerca del significado de la amistad. Santo Tomás asocia la amistad con la caridad. Según él, la caridad es la amistad entre Dios y el hombre. San Agustín dice que no se puede conocer a nadie, excepto por medio de los amigos que tiene. San Jerónimo enseña que el querer lo que el amigo quiere y el no querer lo que no quiere, es un signo de verdadera amistad. Por lo tanto, la amistad es fundamental en el crecimiento de la vida personal, familiar, social y eclesial. Es por eso que, quien evangeliza en el contexto afrodescendiente debe siempre cultivar la amistad con las personas y debe lucirse de alegría, pues ambas actitudes son herramientas efectivas para la evangelización.

Inculturación del evangelio: El evangelizador en el contexto afro siempre debe ser inculturizante. Es decir, debe promover el encuentro entre la fe eclesial y la cultura afro. La inculturación del evangelio es el encuentro creativo y dinámico que se da en una persona y una comunidad concreta, entre la fe eclesial y la cultura de un pueblo, es una interacción y mutua asimilación entre la fe y la cultura. Se puede decir que  la cultura siempre es la pista de aterrizaje de la fe, así que ambas se necesitan mutualmente. La inculturación del evangelio debe ser un proceso que acompaña el plan de evangelización en el pueblo afro. Varios elementos culturales del pueblo afro requiere dialogo con la fe eclesial tales como la danza, los cantos autóctonos, la cosmovision afro del medio ambiente, el uso de instrumentos autóctonos, la vestidura, etc. La inculturación promueve la cultura de un pueblo, reconoce la semilla del Verbo en ella, entra en dialogo con ella con el fin de que Jesucristo sea identificado con la misma.

Paciencia y humildad: La paciencia y la humildad son actitudes que debe tener cualquier evangelizador entre los afrodescendientes. La paciencia se puede entender como la voluntaria e ininterrumpida firmeza en cuanto a las cosas arduas y difíciles. Paciencia significa tener autodominio cuando las cosas no salen como se quiere. Ser paciente es ser sereno y tolerante frente a las dificultades. La paciencia además es una forma de vida en donde prima la serenidad y el autocontrol. Las personas que tienen la virtud de paciencia saben esperar con calma a que las cosas sucedan ya que piensan que a las cosas que no dependen estrictamente de uno hay que darles tiempo. La virtud de humildad, en cambio, se refiere a una cualidad de la persona que se abaja frente a los demás, porque reconoce la igual dignidad de cada ser humano. Es una cualidad en la cual la persona no pretende estar por encima ni por debajo de nadie, sino que sabe que todos somos iguales, y cada persona tiene el mismo valor. Por lo tanto, quien evangeliza en el contexto afro debe tener tanto la paciencia como la humildad.

Actitud ecuménica y de dialogo interreligioso: El ecumenismo tiene que ver con el conjunto de actividades e iniciativas dirigidas a restaurar la plena comunión entre todos los cristianos. El ecumenismo comporta una toma de conciencia de la voluntad de Cristo sobre la unidad de sus discípulos, del escándalo de las divisiones que se han ido creando en el curso de la historia, de la comunión que ya existe en virtud del único bautismo entre los discípulos de Jesús y de la posibilidad de corresponder a la llamada y al don de Dios llegando a restaurar la plena comunión. Sin embargo, el dialogo interreligioso es un intercambio abierto y respetuoso de puntos de vista entre individuos y grupos con diferentes antecedentes religiosos y herencias culturales, basado en la comprensión y el respeto mutuo.

 El evangelizador entre la población afro debe tener la capacidad ecuménica que le permite dialogar con diferentes credos que se encuentran en los territorios afros. Algunos afrodescendientes son católicos, otros pertenecen a las iglesias  evangélicas, algunos son testigos de Jehová, entre otros. La capacidad ecuménica del evangelizador promueve la unidad entre los pertenecientes a diferentes corrientes religiosas en el mismo territorio. Asimismo, hay grupos números de afrodescendientes que pertenecen a las religiones afro-americanas tales como la santería que tiene su origen cubano, el candomblé que tiene origen brasileño, el vudú que tiene origen haitiano, entre otras. Son religiones que se han difundido en muchísimos territorios afro y cuentan con varios adeptos. Por eso, el evangelizador en tal contexto, debe tener una apertura al dialogo interreligioso como una forma de acercamiento a esa realidad.

Promoción de justicia, paz y reconciliación: El misionero en el contexto afro debe ser promotor de justicia, paz y reconciliación. En el lenguaje común, la virtud de justicia arrastra la intuición de que las personas deben recibir el trato que se merecen y, es el hábito consistente en la voluntad de dar a cada uno lo suyo. Según santo Tomás de Aquino,  la justicia es la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno su derecho. La virtud de reconciliación está muy unida a la paz. Tiene que ver con recuperar un estado previo, positivo, y traumáticamente quebrantado. La reconciliación es un proceso de superación de rupturas, distanciamientos, agravios, heridas, entre personas o grupos sociales.

Es importante notar que, la mayoría de los territorios donde viven los afrodescendientes han sufrido las consecuencias de injusticias, violencia y guerras. La historia del pueblo afro-descendiente en las Américas  está marcada por hechos de violencia e injusticias, pues sus ancestros fueron arrancados involuntariamente del África. Asimismo, muchos afrodescendientes han sufrido el flagelo de racismo y estigmatización, cosas que promueven con frecuencia las injusticias,  violencias y odios.  Por eso, el evangelizador en el contexto afro debe tener como prioridad pastoral la promoción de justicia, paz y reconciliación.

Conclusión

La evangelización siempre exige que quien la lleva adelante tenga algunas actitudes misioneras de acuerdo al contexto en que la está realizando. Cada contexto es un mundo diferente que plantea interrogantes que requieren respuestas pastorales adecuadas sin salir de los parámetros de su entorno. Por eso, el anuncio del evangelio en el contexto afrodescendiente exige que el evangelizador tenga actitudes misioneras adecuadas a ello.