Ssimbwa Lawrence es presbítero misionero de la Consolata; actualmente trabaja en Colombia.  


martes, 13 de diciembre de 2022

Adviento, tiempo para evangelizar.

La evangelización no tiene tiempo específico, sino que, es una actividad que la Iglesia realiza en todo momento. Pues la Iglesia existe para evangelizar y la evangelización es su identidad y razón de ser. Para ello, el tiempo de Adviento es para anunciar a Jesucristo. Es muy importante notar que, el Adviento es un tiempo de cuatro semanas que prepara a los fieles hacia la celebración del nacimiento espiritual de Jesucristo. Aunque el Adviento sea un tiempo que nos conduce a la celebración de la Navidad, es tiempo también para la evangelización por las siguientes razones:

Tiempo de espera al nacimiento del Salvador: El Adviento nos recuerda la espera histórica que el pueblo judío hizo al esperar la llegada del Mesías. Históricamente el Mesías nació en Belén. Ahora el pueblo cristiano espera el nacimiento de Jesucristo en los corazones, en las familias y en la realidad que le rodea. Por eso el Adviento es un tiempo para la evangelización, un tiempo para el anuncio de Jesucristo quien llega siempre a la puerta del corazon de cada creyente, de cada familia, de cada pueblo, de cada nación. Llega Cristo para reconciliar a los que nunca se han reconciliado, llega Cristo para unir a los divididos, llega Cristo para transformar a los pecadores en hijos de gracia de Dios, etc. Por eso, es el adviento es un tiempo propicio para la evangelización para que cada persona lo pueda recibir gozosamente en su vida personal y familiar.

Tiempo de conversión: El adviento es un tiempo propicio para la conversión. El cristiano siempre está invitado a la conversión, sobre todo, en este tiempo de adviento. De hecho, el Evangelio de segundo domingo de adviento lleva el mensaje de conversión: “Conviértanse, porque está cerca el reino de los cielos. (…) Éste es el que anunció el profeta Isaías, diciendo: Una voz grita en el desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos” (Mt 3, 1-12). La conversión es la transformación de la persona desde dentro, es decir, el cambio del ser, el cambio de actitudes y el cambio de mentalidades. La conversión tiene que ver con dejar el camino pecaminoso con el fin de que Jesucristo sea el centro de uno y obre en él. En este tiempo de adviento, la Palabra de Dios nos recuerda lo valioso de la conversión. Pues la conversión siempre nos hace creaturas nuevas e hijos predilectos del Señor.

Tiempo de salida misionera: El Adviento es el tiempo propicio para la salida misionera. La Iglesia existe para anunciar a Jesucristo. Así que la salida misionera es un elemento intrínseco del ser de la Iglesia. Jesucristo es el ejemplo de salida misionera, pues Él es el primer evangelizador (EN, no. 7). De Él siempre aprende la Iglesia a evangelizar y encarnar el evangelio a diferentes contextos de la humanidad. La salida misionera tiene como fin llegar a las personas, a los pueblos, a las familias para anunciarles la Buena nueva del Salvador del mundo. En este tiempo de adviento, la salida misionera tiene como fin recordar a los fieles la importancia de la natividad de Jesucristo en sus vidas. En una sociedad obsesionada por el consumismo, para algunos, la navidad significa solo salir a comprar, pasear, gastar. La celebración de la navidad cuyo centro es el  nacimiento de Jesucristo es algo incomprensible para muchas personas, inclusive entre algunos bautizados.  Para ello, este tiempo de Adviento es muy importante para salir a evangelizar.

Tiempo para promover la paz, el perdón y la reconciliación: El mundo está atravesado por dificultades en materia de paz, perdón y reconciliación. No hay paz en varios lugares del mundo, y varias personas viven con secuelas de guerras, violencias, odios y rencores. Esa realidad ha causado mucho derramamiento de sangre en varios lugares del mundo. El mundo necesita la paz. Varias personas necesitan reconciliarse con otros para vivir mejor. Incontables fieles necesitan ser ayudados a perdonar. El tiempo de adviento lleva siempre el mensaje de paz. Pues Jesucristo al que el mundo espera, es un Mensajero de paz. El adviento es un tiempo que invita a la gente a reconciliarse, a perdonarse y a vivir en paz. La paz, el perdón y la reconciliación son manifestaciones de la presencia de Dios. No habrá la mejor Navidad como la que se celebra en ambiente de paz.            

Tiempo para recordar a la gente que la Navidad es el nacimiento de Jesucristo en los corazones humanos, no tiempo para el reino del consumismo: Para algunas personas, al hablar de la navidad, se alude únicamente al consumismo, al paseo a los lugares turísticos, a la quema de castillos y pólvoras, entre otros. Varias personas no ponen mucha atención a la navidad como nacimiento espiritual de Cristo en la propia vida y familia. La Navidad se entiende más como una ocasión para gastar, consumir, alumbrar las casas, cuadras y ciudades. En este sentido, la navidad es un momento donde se desarrollan varias actividades sociales con fines lucrativos y entretenimiento. Sin embargo, la tarea evangelizadora de la Iglesia está para corregir esta mentalidad que muchas personas tienen. La navidad principalmente es una celebración que nos invita a dejar que nazca Cristo el Salvador en nuestra vida personal, familiar, comunitaria, empresarial, etc. Si bien son importantes los elementos exteriores que ponen de relieve el tiempo de navidad, no hay que perder de vista de que, el centro de navidad es Cristo quien nace siempre en la vida de las personas para transformarlas y para que en Él tengan vida en abundancia (Jn  10:10).

CONCLUSIÓN

La evangelización es la tarea que realiza siempre la Iglesia. En cada ciclo litúrgico de la Iglesia, el centro es Cristo. En cada ciclo litúrgico bien sea Adviento, Cuaresma, y tiempo Ordinario, la Iglesia anuncia a Cristo el Salvador, para que entre la gente sea conocido, amado y santificado.