Ssimbwa Lawrence es presbítero misionero de la Consolata; actualmente trabaja en Colombia.  


lunes, 6 de abril de 2020

LA NUEVA EVANGELIZACIÓN EN TIEMPO DE CORONAVIRUS


La Evangelización es la acción de anunciar el evangelio. Evangelizar es el anuncio de Jesucristo y de su mensaje con la finalidad de que quien recibe esa alegre noticia se convierta y se bautice, (por si acaso no está bautizado) para ser hijo adoptivo de Dios, formar parte de la Iglesia y llegar a la plenitud de la vocación sobrenatural con la práctica de las buenas obras. Vale recordar que la evangelización es comunicar a Cristo, Buena Noticia del hombre de cada época. Y esa es la tarea perpetua de la iglesia. Ella existe solo para evangelizar porque es un mandato que recibió de su Cabeza, Jesucristo (Mc 16,15).

Sin embargo, la evangelización es nueva cuando se realiza con nuevo lenguaje, nuevo ardor, nuevos métodos tal como nos lo indica el papa san Juan Pablo II en la encíclica Redemptoris Missio y en otros documentos de la Iglesia. Precisamente se necesita la nueva evangelización en este tiempo de la pandemia de coronavirus. Se necesita una manera diferente de anunciar a Jesucristo a la gente que se encuentra confinada en sus casas, apartamentos, etc., con el fin de protegerse del contagio del virus y para evitar que éste se propague más. Esta manera de vivir muestra que ahora las cosas no son iguales como antes. Hay una manera diferente de relacionarse con el otro. Seguramente la iglesia está en la misma barca, es decir, está viviendo la misma realidad que la gente experimenta diariamente a causa de covid-19.

La situación que ahora estamos viviendo

Casi todos los países del mundo están aquejados por el coronavirus. En cada parte del planeta, se siente el peso de esta pandemia. Es una enfermedad que ha causado muertes y sufrimiento de muchos pueblos. A raíz de este fenómeno, las actividades rutinarias están paralizadas. Varias instituciones y empresas están paralizadas. En muchos países, el transporte tanto terrestre como fluvial, y aéreo están suspendidos. En la vida social, se nota una serie de desconfianza entre la gente. Cada uno sospecha al otro como portador del virus. La vida en grupo se está acabando porque cada uno se distancia del otro como medida preventiva para evitar contagiarse. Todos caminan con tapabocas, guantes y en algunos casos con botas. La gente no puede ir al cine, bares, restaurantes, estadios, universidades. Los templos están cerrados. La gente que se acostumbraba ir a sus cultos religiosos no lo puede a hacer. En cada noticia televisiva, radial y de redes sociales, se anuncia una avalancha de muertes a causa de covid-19. Y la tristeza más desgarradora es que ese virus todavía no tiene cura, cosa que nos desanima enormemente. Esa situación ha hecho que el mundo viviera una situación de aburrimiento, tristeza y dolor.  

Para contrarrestar la propagación del virus, varios gobiernos del mundo han optado por la cuarentena obligatoria. Es decir, la gente está confinada obligatoriamente en sus casas. No hay que transitarse de un lugar al otro. El movimiento de un lugar al otro está absolutamente controlado. En fin, lo que se vive es una parálisis de la vida social con el fin de que el covid-19 no se propague.

Asimismo, la iglesia está afectada por esta situación. Los templos están cerrados y muchas actividades pastorales están detenidas tales como la celebración eucarística en templos con la feligresía, la catequesis sacramental, las visitas a las casas, la atención a los enfermos, etc. Los sacerdotes y religiosos tambien se encuentran en una u otra manera paralizados. Sin embargo, es importante saber que, aunque los templos estén cerrados, la iglesia no está cerrada, la fe no está cerrada, tampoco la pastoral está cerrada del todo.

Esta crisis de coronavirus nos invita a reflexionar y a preguntarnos qué manera se debe realizar el anuncio del Evangelio en esta situación concreta de la pandemia. Se nos invita a preguntarnos qué método y lenguaje debemos utilizar para que el anuncio de Jesucristo pueda llegar a la gente.  No cabe ninguna duda de que, es un momento desafiante que requiere método y ardor nuevos para que los pastores puedan continuar con el anuncio de Jesucristo a la gente que se encuentra confinada obligatoriamente por la amenaza de covid-19.

¿Cómo se puede evangelizar a la gente en cuarentena?

En la historia de la Iglesia, no ha habido ninguna situación que le ha impedido anunciar a Jesucristo. Inclusive en momentos de persecución de los cristianos, se ha hecho el anuncio de Jesucristo. Tampoco la pandemia de coronavirus puede impedir el anuncio del reino de Dios. Sin embargo, es importante interpretar bien los signos de los tiempos. Cada tiempo, cada época, cada realidad, requiere métodos apropiados de acuerdo a la situación que se vive. La situación de coronavirus nos llama a aplicar métodos de evangelización donde los evangelizadores no se ponen en peligro ni tampoco los feligreses. Por eso, a mi juicio, son importantes las siguientes maneras que puedan servir de ayuda para seguir con el anuncio del  evangelio en esta situación de la pandemia de coronavirus:

Acompañamiento de los feligreses por llamadas telefónicas: indudablemente en este tiempo de la pandemia de covid-19, uno de los métodos adecuado para la evangelización son las llamadas telefónicas. Los sacerdotes y misioneros, estamos acostumbrados de hacer visitas a las familias para fortalecer su fe y ofrecerles asesoría psicológica, estamos acostumbrados de visitar a los enfermos y casas de oración, estamos acostumbrados de visitar las veredas, etc. Las visitas a casas es un  método antiguo que se ha utilizado siempre para cementar la fe de los creyentes en el Señor Jesucristo. El Señor Jesucristo con frecuencia visitaba a las casas, ciudades y aldeas, pasaba de una orilla a la otra para el anuncio del reino de Dios. San Pablo hacia lo mismo a las comunidades cristianas de Corinto, Tesalónica, Roma, entre otras. La iglesia en todas las épocas a través de varios pastores ha venido haciendo lo mismo. No hay evangelización sin la salida a otros lugares. Sin embargo, la crisis causada por el covid-19, hace imposible movilizarse de un lugar a otro. Las llamadas telefónicas hacen posible que los pastores acompañen a su rebaño que Dios les confió. Ahora no les visitan físicamente pero alimentan su fe de otra manera. Las llamadas telefónicas sirven para el acompañamiento psicológico, fortalecimiento de la fe de las familias y animación de aquellos que se sienten desanimados y cansados. Asi que, no se puede descartar el uso de las llamadas telefónicas como un método adecuado para la evangelización de la gente en esta situación de coronavirus.

La pastoral por redes sociales o medios virtuales: La pastoral es toda la acción que realizan los obispos, sacerdotes y laicos comprometidos para llevar a la humanidad el mensaje de Cristo. Hay varias acciones pastorales tales como la pastoral juvenil, la pastoral afroamericana, la pastoral familiar, la catequesis sacramental, la primera infancia, entre otras. Se trata de caminos pastorales que se dirigen a grupos de personas específicas. Para que sea fructífera, cualquier acción pastoral requiere un contacto con las personas a las cuales está dirigida.

Es obvio que en este tiempo de la pandemia no se puede realizar las reuniones. Tampoco es posible que haya el contacto físico con los lugares donde se realizan las pastorales. Toda la población en cualquier lugar del mundo está confinada en su casa. Eso no significa que el camino pastoral debe paralizarse y no hay que hacer la pastoral. Entonces ¿cómo se puede hacer la pastoral en situación de cuarentenas indefinidas? ¿Qué hay que hacer para que se siga realizando las diferentes pastorales?

En este momento de covid-19, debemos pensar en una nueva manera de anunciar a Jesucristo. Dicho de otra manera, la nueva evangelización es el camino a recorrer si queremos seguir con el anuncio del evangelio en esta situación que vivimos. Este tiempo requiere nuevos métodos y nuevas estrategias. Seguramente el método al alcance de la mayoría son las redes sociales. Hoy más que nunca, las redes sociales son asequibles a la gente. Casi todos: niños, jóvenes, adultos mayores, tienen la cuenta de facebook, whatsapp, Instagram, Twitter, zoom, youtube, etc. Hay redes sociales como facebook y whatsapp que son más comunes tanto a jóvenes como adultos.

Ahora con el cierre de los templos, los sacerdotes celebran las eucaristías y las transmiten por las redes sociales como el facebook para que los fieles puedan participar desde sus casas. Hacen la catequesis desde las casas curales y los fieles la siguen por las mismas redes sociales. Los grupos de oraciones siguen con la misma metodología. Gracias a las redes virtuales, se hace posible seguir anunciando el Evangelio a la gente en este tiempo de la pandemia de coronavirus.

Esta estrategia producirá frutos en la medida en que los pastores tengan una nueva mentalidad. Una mentalidad nueva en el sentido de que los sacerdotes y los religiosos se adapten al mundo de la tecnología. La pastoral por redes sociales será posible para aquellos que se han actualizado en la informática. Siempre la nueva evangelización requiere una nueva mentalidad, una manera diferente de ver las cosas y una actualización constante en la tecnología. Es lo que decía Jesús acerca de una nueva mentalidad: “vino nuevo, odres nuevos” (Mt 9, 14-17). El mundo actual es un mundo de la tecnología, es un mundo de sinergia donde gracias a la tecnología es posible la conectividad de unos con otros en cada rincón del mundo. Hoy, es la tecnología la que dicta la manera de proceder y seguramente es la que dictará la manera como la sociedad se procederá en el futuro. Por eso, los agentes de pastoral deben estar actualizados en la tecnología para servir mejor a la gente y a la iglesia, y para agilizar el anuncio del evangelio en el mundo de la tecnología que vivimos.

En conclusión, las redes sociales ayudan a los agentes de pastoral para estar constantemente en contacto con los fieles. Normalmente los obispos y sacerdotes visitan los hogares de los fieles para fortalecer su fe. En este momento la única manera de fortalecer la fe de la gente es a través de las redes sociales. No pueden caminar  hacia sus hogares pero los fieles escuchan sus voces y ven sus caras a través de los canales de televisión y redes sociales como el facebook, whatsapp, youtube, Instagram, zoom, entre otros. Asi que, hoy las redes sociales juegan un papel inestimable en la evangelización de los pueblos, y el fortalecimiento del contacto del pastor con sus ovejas.



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