Ssimbwa Lawrence es presbítero misionero de la Consolata; actualmente trabaja en Colombia.  


martes, 21 de abril de 2020

EL DESAFÍO DE CORONAVIRUS EN BUENAVENTURA


Buenaventura es una ciudad, y al mismo tiempo un municipio, ubicada en la costa pacífica colombiana. Tiene alrededor de quinientos habitantes. Es ancestralmente habitada por el pueblo afrocolombiano. De hecho, según el censo de 2018, el 88% de sus habitantes son afrocolombianos. Buenaventura es considerada la capital del pacifico colombiano por su cercanía a Chocó, Guapi, Tumaco y otros pueblos sobre el océano pacifico. El 05 de abril del año presente, se anunció el primer caso de coronavirus en Buenaventura. Esa noticia enfrió a la población entera del puerto más grande de Colombia. Desde que la secretaria de salud municipal anunció el primer caso de covid-19, por el momento son 17 casos confirmados y más de 50 sospechosos. Las autoridades hacen todo lo posible para contener la propagación de la pandemia, concientizando a la población para que se mantenga en la casa para cumplir con la cuarentena decretada por el gobierno nacional.  La pandemia de coronavirus es el desafío más grande que haya tenido Buenaventura. Es un reto para Buenaventura debido a las siguientes razones:

La salud precaria: Uno de los mayores desafíos de Buenaventura es la salud. El sistema de salud en Buenaventura es muy precario. Es importante notar que, en el departamento del Valle del Cauca, Buenaventura tiene los peores servicios de salud y uno de los pésimos en Colombia. Solo cuenta con un hospital, Luis Ablanque De La Plata que no tiene la capacidad de atender a la población. Dicho hospital no cuenta con suficientes camas y respiradores para los pacientes. Los médicos y enfermeros constantemente protestan por falta de pagos y falta de buenas condiciones en ese hospital. A raíz de eso, muchos enfermos son atendidos en la clínica privada santa Sofía donde tampoco dan abasto y allá se experimenta mucho hacinamiento porque atienden los pacientes tanto locales como los de otros municipios del pacifico que se frecuentan a Buenaventura para los servicios médicos. En este momento, las pruebas de los sospechosos de covid-19 las mandan a Cali para análisis, y tambien algunos pacientes de covid-19 los remiten allá para el acompañamiento médico. Por eso, con el problema de coronavirus los expertos en salud pública proyectan un desastre si no habrá una intervención inmediata del gobierno nacional en la situación de Buenaventura. Muchos bonaverenses no tienen ninguno servicio médico, tampoco tienen la capacidad de adquirir los servicios médicos privados.

La carencia de agua potable: La mayoría de los habitantes de Buenaventura no tienen acceso completo al agua potable. El servicio de agua en Buenaventura no se presta las 24 horas. Hay barrios que pasan más de quince días sin tener acceso al agua potable. Muchas familias sobreviven con el agua de lluvia. Algunas comunidades en las zonas rurales dependen del agua del mar pacifico y de los ríos cercanos a ellas. La carencia de agua en Buenaventura presenta un desafío enorme a la población ya que la pandemia de covid-19 exige el uso de agua potable. La carencia de agua en las casas hace que la gente se desplace en búsqueda de ella. Eso permite que haya aglomeraciones de las personas. La carencia de agua causa muchos problemas higiénicos. Se sabe que la pandemia de covid-19 exige bastante limpieza de manos y la falta de agua ocasionaría más contagios y muertes.

El hambre: El hambre es otro desafío que golpea fuertemente a muchas personas en Buenaventura. Hay escasez de alimentos en muchos hogares. Hay muchos niños y adultos mayores desnutridos. Muchas personas ganan el pan de cada día fruto del rebusque. Por la pandemia de coronavirus, las personas están obligadas a confinarse en sus casas. Los que sobreviven con trabajos informales, tienen las manos cruzadas, pues no pueden salir a trabajar para abastecer los alimentos a sus hogares. El futuro de la mayoría de los pobres está inseguro y no  saben qué hacer por la falta de alimentación adecuada. Por la falta de comida, el 14 de abril del año en curso, un grupo de ciudadanos del barrio Santa Fe en Buenaventura salió a protestar ante la falta de ayuda alimentaria de parte del gobierno distrital. Sin embargo, el alcalde de Buenaventura culpabiliza al gobierno nacional de esa situación porque la alcaldía no cuenta con recursos suficientes para atender las necesidades alimentarias de la población. La falta de alimentos diarios aqueja fuertemente a la población, sobre todo, a los pobres que son la mayoría en Buenaventura. No tienen ninguna manera de suministrarse los alimentos y las ayudas alimentarias que prometen las autoridades todavía no han llegado a muchas familias.

La pobreza extrema: Se registra una tasa elevada de pobreza en Buenaventura. Según el DANE (Departamento Administrativa Nacional de Estadística), mientras a nivel nacional la pobreza multidimensional es de 49%, en Buenaventura es de 66%. En la zona urbana, la pobreza es de 64% y en la zona rural es de 91%. El 10% son las personas que viven en condiciones de miseria total en Buenaventura. La tasa de desempleo es de 62% y la tasa de trabajos informales es 90,3%. Esos datos muestran que la mayoría de la población bonaverense es pobre. Son varios factores que contribuyen a la pobreza en el puerto más grande de Colombia. El abandono estatal es uno de los factores. Aunque Buenaventura alberga el puerto más grande del país donde se moviliza el 60% de las exportaciones e importaciones, no hay mucho esfuerzo del estado para invertir en el mejoramiento de la calidad de vida de los bonaverenses. La mayoría de la gente está sumergida en la pobreza absoluta. Muchos viven en viviendas indignas en tugurios y otros sobreviven en palafitos. La pobreza ha destrozado el ser y la dignidad de los bonaverenses. Otros factores que contribuyen a la pobreza son: la violencia que no permite la estabilidad de las personas en los barrios, la presencia de los grupos al margen de la ley que siempre piden vacunas (impuestos ilegales), falta de educación, entre otros. Por la pobreza, muchas personas no pueden surtirse los elementos como tapabocas, guantes, alimentación, etc. Esa realidad preocupa y hace que uno se pregunte: ¿cómo la población bonaverense confrontará esta pandemia?

Las actividades permanentes en el puerto. Aunque toda Colombia esté en cuarentena obligatoria decretada por el gobierno nacional desde el 25 de marzo hasta supuestamente el 11 de mayo, en el puerto de Buenaventura las actividades siguen normales. Cabe recordar que Buenaventura es el puerto principal de Colombia donde se moviliza el 60% de la mercancía del comercio exterior. En este tiempo de covid-19, las actividades en el puerto siguen como si no hubiera pasado nada en la sociedad. Los trabajadores tienen que movilizarse a cumplir con sus obligaciones laborales, y así se exponen a muchos riesgos de contagio. Entran y salen los tractomulas de todos los lugares del país. De hecho, uno de las victimas de covid-19 en Buenaventura fue un conductor de tractomula. Aunque se haya presentado muchas quejas acerca de esa problemática, el gobierno nacional y distrital no han parado las actividades del puerto. Indudablemente los más afectados serán los pobres que trabajan allí para sobrevivir.

La Iglesia ante la situación de coronavirus en Buenaventura
La iglesia católica ha estado siempre cumpliendo su misión evangelizadora-profética en este tiempo de la pandemia de covid-19. La Diócesis de Buenaventura fue la primera voz que concientizó a la gente sobre la situación de la pandemia. El obispo de Buenaventura, monseñor Rubén Darío Jaramillo Montoya, el clero diocesano y los religiosos, han estado acompañando al pueblo a través de los procesos evangelizadores de la Diócesis. El obispo ha liderado las campañas sociales para recaudar mercados para los pobres. Junto con los grupos apostólicos, el prelado ha estado acompañando los procesos de proteccion de coronavirus a los habitantes de la calle. A través de la pastoral social y el banco de alimento, la Diócesis de Buenaventura ha donado mercados y tapabocas a las familias pobres en diferentes parroquias tanto urbanas como rurales. De igual manera, el obispo ha liderado campañas con unas empresas para dotar al hospital de Buenaventura con camas y otros elementos necesarios para atender a los pacientes de covid-19.

Asimismo, la iglesia ha fomentado la solidaridad entre la gente para confrontar el desafío del hambre que vive la mayoría de la población bonaverense. Varias parroquias y comunidades religiosas han hecho campañas llamadas “donatón”  para recaudar mercados para los pobres. Asimismo, desde las parroquias se está concientizando a los fieles a solidarizarse con los necesitados. Con esto, la iglesia particular de Buenaventura es portadora de esperanza para el pueblo en momentos de dificultades.


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