La
influencia de los mártires de Uganda en la evangelización en África.
Los mártires de Uganda han jugado un papel enorme en la
evangelización del continente africano. Siendo ellos los primeros mártires
reconocidos por la Iglesia en África subsahariana, su testimonio impactó bastante
a las sociedades en todo el continente. Para ello, su influencia puede
entenderse de la siguiente manera:
Apertura
de una nueva era del cristianismo en África subsahariana: Los mártires de Uganda abrieron una nueva era del
cristianismo en el continente africano. De hecho, al respecto afirmó el Papa
Pablo VI: “Estos mártires africanos
abren una nueva época, no queremos decir ciertamente de persecuciones y de
luchas religiosas, sino de regeneración cristiana y civilizada. El África,
bañada por la sangre de estos mártires, primicias de la nueva era” (Homilía
del Papa Pablo VI en la canonización de los 22 mártires de Uganda, el 18 de
octubre de 1964). Al momento de su martirio, la fe cristiana-católica no llevaba
mucho tiempo en África subsahariana. En el caso de Uganda, los misioneros de
Africa o los padres blancos como se les solía llamar por el color blanco de su
sotana, no llevaban mucho tiempo desde que habían empezado la evangelización.
De hecho, llegaron a Uganda el 17 de febrero de 1879 e inmediatamente iniciaron
la evangelización con los pajes de la corte del rey Mwanga II del reino de
Buganda. Los mártires de Uganda eran algunos de sus primeros neo-catecúmenos y
el primer martirio aconteció el 15 de noviembre de 1885 en la persona de san
José Mukasa Balikuddembe, primer mártir de los 22.
Los mártires de Uganda fueron beatificados en 1920 por el
Papa Benedicto XV y canonizados el 18 de octubre de 1964 por el Papa Pablo VI. Prácticamente
fueron los primeros santos canonizados en Africa sub-sahariana y así abrieron
una nueva página en el santoral y martirologio de la Iglesia. Así que, la
sangre de los mártires de Uganda se convirtió en la semilla fecunda del
cristianismo en África.
La
fuerza motriz de su testimonio en la evangelización: Todos los mártires son máximos testigos de la fe en
Jesucristo. El martirio es la coherencia más profunda entre la profesión de la
fe y la vida cotidiana. El martirio sella
definitivamente la vida del hombre como configurada con la vida de Cristo, que
acabó en la muerte por el mensaje predicado sobre el Padre que lo envió.
Asimismo, el martirio es entendido como el
bautismo de sangre. La razón de esto no sólo está en que el martirio es la
expresión más alta del amor a Dios, sino también en que por el martirio se
realiza de manera real lo que en el bautismo acontece a manera de signo
sacramental: morir juntamente con Cristo para resucitar con Él (Rom 6, 3-11).
Tanto en Uganda como en el resto del continente africano,
su veraz testimonio de Cristo es de inestimable valor. Nunca se había escuchado
antes en Africa subsahariana un testimonio de Jesucristo de ese grado. Por eso,
el testimonio de los mártires de Uganda fue una semilla fecunda para la
evangelización tanto en Uganda como en el resto del continente africano.
Las
vocaciones nativas: La Iglesia en
Uganda y en varias partes de Africa creció considerablemente en poco tiempo
después de la llegada de los primeros misioneros de diferentes congregaciones
que evangelizaron al continente. En caso de Uganda, los misioneros de África
llegaron en 1879. En 1913 los primeros sacerdotes nativos del entonces
vicariato de Masaka fueron ordenados y el 29 de octubre de 1939, el padre
Joseph Kiwanuka, del clero de Masaka, fue consagrado obispo en Roma por el Papa
Pio XII. Es importante notar que, él fue el primer obispo africano de todo el
continente. Asimismo, en varias iglesias particulares del África crecieron
rápidamente las vocaciones sacerdotales y a la vida religiosa. En Tanzania, los
primeros sacerdotes católicos nativos fueron ordenados en 1917. En Kenya los
primeros sacerdotes católicos nativos fueron ordenados en 1927 en el entonces vicariato
de Nyeri. Posteriormente, la Iglesia de Tanzania produjo el primer cardenal
africano en la persona de monseñor
Laureano Rugambwa quien fue elevado al cardenalicio en 1960 por el Papa Juan
XXIII. Asi que, el testimonio de los
mártires de Uganda jugó un papel enorme en el crecimiento vocacional en varias iglesias
particulares y comunidades religiosas en el continente africano.
La influencia
de sus nombres en varios países africanos: Varias personas llevan el nombre de los mártires de
Uganda en honor a ellos y son patrones de muchas instituciones educativas
católicas, institutos catequéticas, provincias eclesiásticas, etc. La influencia
de sus nombres es universal. Los nombres más influyentes de los mártires de
Uganda son Carlos Lwanga el que fue su líder, Matia Mulumba y Kizito. En 1934, el
Papa Pio XI nombró a san Carlos Lwanga, patrono de la juventud del África
cristiana, san Matia Mulumba es patrono de catequistas y familias, y san Kizito
es patrono de la niñez y escuelas primarias. En países como Uganda, Congo,
Kenia, Tanzania, Ruanda, es muy común encontrar alguien en cada familia que
lleva el nombre de los mártires de Uganda.
Otros mártires del continente africano: Los primeros mártires canonizados por la Iglesia en Africa subsahariana fueron los 22 mártires de Uganda. Sin embargo, posteriormente se añadió a ellos otro listado de mártires en distintos lugares del continente. Por ejemplo, beato Isidoro Bakanja, mártir congolés que fue beatificado el 24 de abril de 1994 por el Papa Juan Pablo II, beato Cipriano Iwene Tansi de Nigeria que fue beatificado el 22 de marzo de 1998 por el Papa san Juan Pablo II, los beatos Daudi Okelo y Jildo Irwa, catequistas y mártires ugandeses que fueron beatificados el 20 de octubre de 2002 por el Papa san Juan Pablo II, los Siervos de Dios Luísa Mafu y sus Compañeros catequistas y mártires de Guiúa en Mozambique. El testimonio de fe de esos mártires ha impulsado el anuncio del Evangelio en África.
Conclusión
Dijo Tertuliano en el año 197 después de
Cristo que “la sangre de los mártires es semilla de los cristianos”. De hecho, el testimonio de fe en Jesucristo
de los mártires de Uganda ha sido una fuerza motriz de la evangelización en
varias partes de África. Para ello, la fiesta de los mártires de Uganda que se
celebra el 03 de junio de cada año, es para agradecer a Dios por el regalo de
los mártires cuyo ejemplo y fidelidad a Cristo han contribuido a la cimentación
de la fe cristiana en el continente africano.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario