Ssimbwa Lawrence es presbítero misionero de la Consolata; actualmente trabaja en Colombia.  


lunes, 19 de mayo de 2025

Papa Francisco, misionero de paz y reconciliación.

Es imposible hablar del Papa Francisco sin mencionar su esfuerzo por la paz y la reconciliación de varios pueblos y países del mundo. La búsqueda de la paz y la reconciliación para los países donde reinan las guerras y los conflictos internos fue uno de los programas que caracterizó el pontificado del Papa Francisco. A lo largo de su pontificado, promovió constantemente el dialogo, la justicia social y la esperanza como herramientas claves para la construcción de un mundo mejor y más pacifico. Para él, el dialogo es siempre el principal instrumento para acercarse, escucharse y comprender a los demás buscando puntos en común para construir la paz. Asimismo, solía enfatizar sobre la importancia de la justicia social y sin ella, la paz siempre está amenazada. Con todo eso, se puede afirmar con certeza de que el Papa Francisco fue un misionero de paz y reconciliación de los pueblos, pues buscó incansablemente los caminos para encontrar la paz duradera, sobre todo, para los países donde han prevalecido las guerras y los conflictos internos. A continuación, describo algunos elementos que caracterizó el apostolado del Papa Francisco  a favor de la paz y la reconciliación de los pueblos:  

Su viaje apostólico a Colombia por la paz y la reconciliación: Es importante recordar que, del 6 al 11 de septiembre de 2017, el Papa Francisco visitó a Colombia con el fin de promover la paz y la reconciliación. El lema de su visita apostólica fue: “Demos el primer paso”. En el gran encuentro de oración por la reconciliación nacional que se realizó en la ciudad de Villavicencio, el santo Padre subrayó la importancia de paz, perdón y reconciliación para todo el pueblo colombiano. Ante la presencia de las víctimas del conflicto armado y con la presencia de la imagen de Cristo negro mutilado de Bojayá-Chocó, invitó al pueblo de Dios especialmente a las víctimas del conflicto a transformar su dolor en fuente de vida y esperanza con la fuerza del perdón y la grandeza del amor que Jesucristo enseña siempre a sus discípulos.

Su visita apostólica a la República Centroafricana: La República Centroafricana fue el tercer país africano que visitó el Papa Francisco después de Kenia y Uganda. Su visita a ese país ocurrió del 29 al 30 de noviembre de 2015. Antes de su visita, la República Centroafricana se había enredado en una guerra civil por varios años. De hecho, cuando el Papa Francisco realizó ese viaje apostólico, el país estaba en guerra abierta, aunque el conflicto paró en los días de su visita. La visita del Papa Francisco llenó de esperanza a ese país que había sido desfigurado por la crisis humanitaria causada por el conflicto armado. En la ceremonia de apertura de la puerta Santa en la catedral de Bangui donde anticipó el Año Santo de la misericordia en esa tierra, el Pontífice lanzó un llamamiento a todos los que empeñaban injustamente las armas a deponerlas. Los llamó a armarse con la justicia, el amor y la misericordia, garantías de auténtica paz. De igual manera, tuvo un encuentro con la comunidad musulmana en la mezquita central de la capital Bangui y con otras denominaciones religiosas con el fin de promover el dialogo entre todo el pueblo de la República Centroafricana en pro de la paz. Su visita creó mucha  esperanza de paz y reconciliación para la República Centroafricana hasta el día de hoy.

Su visita apostólica a República Democrática del Congo y Sudan del Sur: Del 31 de enero al 5 de febrero de 2023, el Papa Francisco tuvo la visita apostólica a República Democrática de Congo y Sudan del Sur. Fueron los últimos países africanos que él visitó. El lema de su visita apostólica fue: “Todos Reconciliados en Cristo”. Vale notar que, ambos países han tenido por mucho tiempo los problemas de conflicto armado, desplazamiento forzado de personas y una escala de violencia desenfrenada. El motivo de su viaje apostólico a esos países fue promover la paz y la justicia social. En la eucaristía por la paz y su encuentro con las víctimas del conflicto, el Papa Francisco dijo: “Estamos llamados a ser misioneros de paz, y esto nos dará la paz. Es una decisión; es hacer sitio en nuestros corazones para todos, es creer que las diferencias étnicas, regionales, sociales, religiosas y culturales vienen después y no son obstáculos; que los demás son hermanos y hermanas, miembros de la misma comunidad humana; que cada uno es destinatario de la paz que Jesús ha traído al mundo. Es creer que los cristianos estamos llamados a colaborar con todos, a romper el ciclo de la violencia, a desmantelar las tramas del odio” (Homilía del Papa Francisco en la Republica Democrática del Congo).

De igual forma, en Sudan del Sur, especialmente en su encuentro con los desplazados internos, el Sumo Pontífice llamó a los ciudadanos de Sudan del Sur a un camino de paz. En su discurso dijo: “Renuevo, con todas las fuerzas, el más apremiante llamamiento a que cese todo conflicto, a retomar seriamente el proceso de paz para que finalicen las agresiones y la gente pueda volver a vivir de manera digna. Sólo con la paz, la estabilidad y la justicia podrá haber desarrollo y reintegración social” (Alocución de Papa Francisco en el encuentro con desplazados internos en su visita apostólica a Sudan del Sur). Es importante recordar que, antes de su visita, del 10 al 11 de abril de 2019, había invitado a un retiro espiritual en Roma al presidente de Sudan del Sur, Salva Kiir Mayardit y su vicepresidente, Riek Machar, dos líderes que por mucho tiempo han tenido rivalidad entre sí. Con un gesto de humildad, besó los pies de ambos líderes como signo de invitarlos al dialogo y a la paz para el bien de toda la nación.

Su constante preocupación por el conflicto entre Rusia y Ucrania: Desde que Rusia invadió a Ucrania el 24 de febrero de 2022, el Papa Francisco de inmediato  alzó la voz en contra de esa guerra y pidió constantemente a los presidentes de ambos países a que abrazaran el camino del dialogo para la paz de sus países. Por la paz en ambos países, el 25 de marzo de 2022, el Papa Francisco consagró a Rusia y a Ucrania al Inmaculado Corazón de María, en un acto histórico que se repitió en el Santuario de Fátima (Portugal) y al que se sumaron varios obispos en diferentes iglesias locales de los cinco continentes. También, nombró al Cardenal Mateo María Zuppi como su enviado especial para la paz en Ucrania y Rusia con el motivo de buscar caminos que facilitarían el fin de la guerra entre los dos países y la pacificación de sus territorios.

La búsqueda incesante de paz y reconciliación entre Israel y Palestina: Desde que estalló la guerra entre Israel y el grupo armado palestino “Hamas” en la franja de Gaza el 07 de octubre de 2023, el Papa Francisco alzó la voz en contra de esa guerra entre ambos pueblos. En múltiples ocasiones clamó por Gaza refiriendo a esa guerra como una crueldad por el sufrimiento y defunciones ocasionados a la gente inocente. Nunca guardó silencio sobre la situación de violencia causada por el conflicto entre Israel y Hamas. El Papa Francisco solía llamar diariamente al padre Gabriel Romanelli, párroco de la parroquia La Sagrada Familia en Gaza para manifestar su cercanía y apoyo a la comunidad cristiana. Desde que inició la guerra en Gaza en octubre de 2023, el Papa Francisco mantenía una rutina diaria de llamada a la parroquia de la Sagrada Familia, la única presencia de la Iglesia católica en la franca de Gaza para preguntar por la comunidad y ofrecer su bendición consoladora a ella. Esas llamadas eran muestra de su preocupación y solidaridad con los cristianos y todo el pueblo de Gaza.

Conclusión

Indudablemente el Papa Francisco fue un misionero de la paz y la reconciliación. Muchas veces alzó la voz en contra de las guerras y violencias en varios países del mundo. Concientizó al mundo que todos somos perdedores cuando hay guerras y violencias en nuestros territorios. Era muy conocido en promover el dialogo como herramienta creíble para lograr la paz, la reconciliación y la justicia social entre los pueblos. Viajó a algunos países donde se agudizaban los conflictos armados para promover la paz, el dialogo y la justicia social. Defendió a los pobres y vulnerables de la sociedad que siempre son los más afectados de las guerras. Así que, el Papa Francisco fue un misionero y promotor de la paz, el perdón y la reconciliación en todo el mundo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El mes de María según San José Allamano.

En la espiritualidad católica, mayo es el mes de la Santísima Virgen Maria. Asimismo, es considerado el mes más bello como María es la mujer más bella que ha existido en el orbe. El Papa Pablo VI en la Enciclica “Mense Maio” afirma que “el mes de mayo es el mes en el que los templos y en las casas particulares sube a María desde el corazón de los cristianos el más ferviente y afectuoso homenaje de su oración y de su veneración. Y es también el mes en el que desde su trono descienden hasta nosotros los dones más generosos y abundantes de la divina misericordia.” (Pablo VI, Carta enc. Mense Maio, párrafo no.1). Lo especial de este mes es que, toda la Iglesia pone su atención a la contemplación del papel de la Virgen María en la historia de salvación de la humanidad. Así que, el mes de mayo es muy significativo porque nos convoca a crecer en la espiritualidad mariana, intensificar la vida de oración por las necesidades propias y las del mundo entero.

¿Qué nos exhorta San José Allamano sobre el mes de mayo?

En la vida de todos los santos, la virgen Maria ha tenido siempre un lugar privilegiado. En ella se encuentran todas las virtudes teologales: fe, esperanza y caridad (cfr. 1 Cor 13, 13). De igual manera, San José Allamano era un devoto ferviente de la santísima virgen Consolata. Se consagró a Ella y le encomendó también a los dos Institutos misioneros fundados por él. Por ser mariano por excelencia, el mes de mayo era muy importante para el Fundador de los misioneros de la Consolata. A ellos les transmitió el valor sublime del mes de María, tal como se describe a continuación:

El mes de mayo es para crecer en amor hacia la virgen Maria: Afirma san José Allamano: “Si todos deberían ser afectuosos con María, con más razón los misioneros y las misioneras. Por lo tanto, tratemos de santificar este mes honrándola y creciendo cada vez más en el amor hacia ella” (Asi los quiero, p. 234). En el mes de mayo es fundamental crecer en amor mariano a través del rezo del rosario, rezo de Ángelus o Reina del Cielo y otras invocaciones marianas que  resaltan  la veneración de la Madre de Dios. Es un deseo de san José Allamano que la Virgen María esté contenta de los misioneros y misioneras de la Consolata especialmente en el mes dedicado a Ella (Cfr. Así los quiero, p. 234).

Mayo es un mes para imitar las virtudes de la Virgen Maria: Las virtudes son las características de un individuo que son deseadas por la sociedad. Acerca de ello subraya san José Allamano. “Por lo tanto, tratemos de vivir este mes de gracias particulares, esforzándonos por crecer en la virtud que la virgen nos surgiera” (Asi los quiero, p. 234).  Las virtudes de la virgen Maria que cada misionero y discípulo de Jesucristo debe imitar son: amor ardiente a Dios, la humildad, fe y aceptación de la Palabra de Dios, obediencia generosa, caridad solicita, sabiduría, piedad, paciencia y fortaleza en el dolor, pobreza y confianza en el Señor, esperanza, entre otras. Nos recuerda José Allamano que “hacer sacrificios en honor de María está bien, pero vale más la imitación de sus virtudes” (Así los quiero, p. 234).

La devoción de María debe distinguirse en todo el año: Mayo es un mes especial para que se resalte la veneración y la devoción a la virgen María. Sin embargo, para los misioneros de la Consolata la devoción a María no debe limitarse solo al mes de mayo, sino que debe destacarse en todo el año. Acerca de ello, dice San José Allamano: “¡Que bella y plena es la vida cuando se es devoto de Maria! Quiero que para ustedes sea “mes de Maria” todo el año, porque deben estar como enamorados de la Virgen” (Asi los quiero, 235).  San José Allamano insiste que la devoción a la Madre del Señor debe ser parte de la espiritualidad que identifica el ser y quehacer del misionero de la Consolata. La Virgen María bajo la advocación de la Consolata es la Patrona de los Institutos fundados por San José Allamano, y por eso, su imagen debe estar en cada misión donde estén los misioneros y las misioneras de la Consolata.

En conclusión:

Los misioneros de la Consolata son marianos por excelencia. La devoción mariana es un legado que heredaron de su santo Fundador. San José Allamano era muy devoto a la Consolata. Para ello, exhortó constantemente a los misioneros de la Consolata a enaltecer a la Virgen Maria en todo el año. Que la Virgen Consolata, Madre de los misioneros siempre interceda por su obra evangelizadora en las misiones que se les han confiado.

 

viernes, 21 de marzo de 2025

Exhortación de San José Allamano acerca de la Esperanza.


El Papa Francisco convocó el Jubileo de Esperanza desde el 24 de diciembre de 2024 que se concluirá el 06 de enero de 2026 en la fiesta de Epifanía del Señor. El Sumo Pontífice ha expresado que el Jubileo de Esperanza busca que las personas recuperen la confianza en los vínculos interpersonales, en las relaciones internacionales, y en la dignidad de todas las personas. También el Jubileo de esperanza es una ocasión para estimular a los jóvenes, quienes a menudo ven sus sueños truncados. 

El lema del Jubileo es “Peregrinos de esperanza”, pues es para todo el mundo que sufre el flagelo de las guerras, los efectos persistentes de la pandemia de Covid19 y la crisis del cambio climático. Así que, el año jubilar tiene que ver con apreciar la misericordia de Dios y recibir la gracia del perdón de los pecados.

La esperanza en san José Allamano.

San Pablo en Romanos 5:5 dice que " la esperanza no avergüenza, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado". Eso significa que Dios ha dado una esperanza que surge en medio de la desilusión. Esta esperanza no se encuentra en evitar el sufrimiento, sino en superarlo. La esperanza que Dios nos da nunca defrauda porque no se basa en la incertidumbre de los acontecimientos ni en la debilidad humana, sino que está garantizada por la acción de Dios. 

San José Allamano en incontables ocasiones recalcó a los misioneros de la Consolata sobre la importancia de tener la virtud de esperanza. Para él, la esperanza significa lo siguiente:

-       Abrir el corazon a la esperanza viva: Dice san José Allamano que “abramos el corazon a una esperanza viva. No debemos solo esperar, sino súper esperar, esperar contra toda esperanza. Cuando se espera poco, le estamos fallando al Señor, el  que quiere que todos los hombres se salven. ¡Al Señor le gusta mucho que creamos en su bondad, en su misericordia! or lo tanto, ¡tengamos mucha esperanza, mucha! ¡En Ti, Señor, he esperado, jamás seré defraudado! (Así los quiero, p. 138). Es decir, cada misionero de la Consolata debe posee una esperanza. Un misionero lleno de esperanza es siempre capaz de consolar a los demás.

-       Tener una mirada puesta en el paraíso: La esperanza no esta solo asociada con lo terrenal sino también con la vida que vivirá el creyente en el paraíso. Dice san José Allamano al respecto: “Cuando piensen el paraíso, no piensen en forma abstracta, sino en el paraíso del misionero y de la misionera que son fieles a su vocación. El Señor dijo: “Yo voy a prepararles un lugar” (Jn 14, 2). Pero para esto es necesario trabajar, y trabajar mucho. Me parece que este pensamiento del paraíso debería consolarnos. Nuestro premio está allí, ¡y es muy grande! Pensemos con frecuencia en él” (Así los quiero, p. 139). San José Allamano nos recuerda que el cielo debe ser el proyecto de cada discípulo misionero de Jesucristo. Es el premio que cada creyente espera al terminar la carrera terrenal. Por eso es importante tener la mirada esperanzadora en el paraíso.

-       Poseer la gran reserva de confianza: No puede haber esperanza sin la confianza, pues la una es inseparable de la otra. Dice san José Allamano: “Hay que tener una gran reserva de confianza para poder infundirla en los demás. Sin confianza no se puede hacer nada. Desconfiando le fallamos a Dios. José Cafasso decía que la falta de confianza es el pecado de los dementes. (…) Confianza, confianza. ¡Este es el espíritu que quiero en ustedes¡ (Asi los quiero, p. 141). Indudablemente la confianza es la esperanza firme que se tiene en alguien, o la seguridad que se tiene en uno mismo. La confianza empieza con Dios y se extiende a las personas. La confianza es un valor fundamental para construir relaciones solidas y exitosas. La confianza es la base fundamental de la esperanza, y quien confía siempre tiene esperanza.

-       Poner todo en manos de Dios: Definitivamente la esperanza es poner todo en las manos de Dios. Aclara san Jose Allamano: “La confianza es una confianza en la Divina Providencia, que nos acompaña en cada momento de nuestra vida. Confiemos en Dios y pongamos todo en sus manos. (…) No pongamos nuestra confianza en los medios humanos que poseemos: talento, fuerzas, virtudes, etc., o en los de los demás. Hagamos siempre lo que podamos de nuestra parte, después dejemos todo en las manos del Señor, sin temor. Él no deja nunca su obra por la mitad” (Así los quiero, p. 142). Dios es la fuente de consolación y esperanza. La esperanza verdadera se enraíza en Dios.  No hay una verdadera esperanza fuera de Dios. Todos los santos y beatos fueron testigos de la esperanza en Dios, pues siempre ponían absolutamente todo en las manos de Dios: sus alegrías, anhelos, fatigas, proyectos de vida, etc. Así que, fuera de Dios no existe la verdadera esperanza.

Los misioneros de la Consolata, agentes de consolación y esperanza.

El ser de los misioneros de la Consolata es consolar y dar esperanza a las personas en los lugares donde se encuentran. Los misioneros de la Consolata, a ejemplo de su Fundador san Jose Allamano, son dispensadores de la consolación y esperanza. La misión es el lugar donde consuelan a las personas especialmente a los necesitados y vulnerables. Ellos suelen consolar  a las personas en los lugares remotos donde tal vez otros no se atreven ir.

Por eso, los misioneros de la Consolata por su carisma Adgentes, se vuelve naturalmente agentes de esperanza para los desesperanzados. De hecho, a lo largo de todos los años de la existencia del Instituto de la Consolata para Misiones, incontables misioneros han dado la esperanza a diversos pueblos. Pensemos en las escuelas hechas por los misioneros. Pensemos en la dignidad humana defendida por los misioneros. Pensemos en las campañas por la paz y reconciliación que los misioneros han hecho a favor de los vulnerables e indefensos. Pensemos en los misioneros que han arriesgado su vida para poder dar esperanza a pueblos desesperanzados. Su entrega a la causa del Reino de Dios ha hecho felices a muchas personas en las misiones confiadas a ellos.

Por eso, los misioneros de la Consolata son consagrados para dar esperanza y consolación. Eso ha sido su compromiso misionero de siempre. San José Allamano es su inspirador en el compromiso de ser dispensadores de consolación y esperanza para los pueblos y comunidades que acompañan. El carisma Ad gentes que les caracteriza es el medio por el cual consuelan y dan esperanza a los pueblos indígenas, amazónicos, afros, periferias urbanas, y otras opciones pastorales que acompañan.

Así que, es parte del ADN de los misioneros de la Consolata ser dispensadores de  consolación y esperanza, especialmente a los pobres y vulnerables de la sociedad. Que en este año del Jubileo de esperanza, seamos siempre misioneros de consolación y esperanza para los pueblos que el Señor nos ha confiado.

 

 

viernes, 14 de febrero de 2025

Celebración de la primera fiesta de José Allamano como santo.

El 16 de febrero de cada año se celebra el aniversario de la pascua de san José Allamano, Padre y Fundador de los misioneros y las misioneras de la Consolata. Esta celebración es precedida por una novena en honor a él. Sin embargo, la fiesta de san José Allamano de 2025 es muy especial a diferencia de los años anteriores por las siguientes razones:

La primera fiesta de José Allamano como santo: San José Allamano fue canonizado el 20 de octubre de 2024 en la Jornada Mundial de las misiones. Por eso, la fiesta de san José Allamano de este año es la primera después de que fue canonizado por el Papa Francisco. Se ha celebrado la fiesta de José Allamano como beato por 34 años desde que fue beatificado por san Juan Pablo II el 07 de octubre de 1990. Así que, el 16 de febrero de 2025 es muy importante porque es la primera fiesta de José Allamano universalmente venerado como santo.

Una fiesta en el marco del Jubileo de esperanza: La fiesta de san José Allamano de  2025 se celebra en el contexto del Jubileo de la esperanza que el Papa Francisco inauguró el 24 de noviembre de 2024. San José Allamano fue un apóstol de consolación y esperanza para muchos pueblos donde han evangelizado los misioneros de la Consolata. Los dos Institutos misioneros que él fundó llevan el evangelio de esperanza a incontables personas en 4 continentes. A través de los misioneros y las misioneras de la Consolata, san José Allamano ha contribuido enormemente a la construcción de un mundo mejor con una esperanza que tal vez, esos pueblos no tenían antes de la presencia de los misioneros en sus territorios. Con el carisma Adgentes heredado de san José Allamano, los misioneros de la Consolata siguen dando la consolación y esperanza en varios países en Africa, América, Asia y Europa.  

Una fiesta con la que se inaugura la celebración del centenario de la pascua de san José Allamano: En el 2026, se cumplirán los 100 años de la pascua de san José Allamano. Con la celebración de la fiesta de san José Allamano de este año, se inaugura oficialmente el itinerario hacia la celebración del centenario de su pascua que acontecerá el 16 de febrero de 2026. La celebración de este centenario será un momento para agradecerle al Señor por el don de san José Allamano para los misioneros y las misioneras de la Consolata, y por el regalo de su santidad a la Iglesia universal.

Conclusión

La fiesta de san José Allamano de 2025 es muy especial por ser la primera en la que el Fundador de  misioneros y misioneras de la Consolata es universalmente venerado como santo. La santidad de san José Allamano sigue animando a los misioneros a entregarse totalmente a la obra evangelizadora de la Iglesia en los lugares que les fueron confiados.

 

sábado, 2 de marzo de 2024

La voz del Beato José Allamano sobre la Cuaresma.

La Cuaresma es un tiempo litúrgico de 40 días que empieza desde el miércoles de ceniza y termina el jueves santo antes de la celebración de la Víspera del Señor. La Cuaresma se centra en tres pilares espirituales: la oración, el ayuno y la caridad. Varios teólogos, pastoralistas, santos y beatos han realizado incontables reflexiones acerca de la importancia de Cuaresma en el seguimiento de Jesucristo. El beato José Allamano es uno de los que han reflexión profundamente sobre el tiempo litúrgico de cuaresma. Para él, la cuaresma tiene que ver con lo siguiente:

Un momento favorable: El beato José Allamano llama la cuaresma un tiempo favorable. Es importante notar que, algo es favorable porque beneficia, impulsa y favorece a algo o alguien. Pues la cuaresma es un tiempo favorable, porque “en él el Señor acepta encantado todo lo que hacemos, escucha nuestras suplicas más que en otros momentos. Por lo tanto debemos despertarnos, no dejarlo en vano” (Así los quiero, 109). Es decir, debemos valorar este tiempo cuaresmal para estar más unidos a Dios y pensar en Jesús. Asimismo, debemos utilizar esta oportunidad cuaresmal para “estar animados y no formar parte del grupo de los caminan a tientas” (Así los quiero, 109). Así que, la Cuaresma es un tiempo favorable para volver al Señor y dejarnos guiar por Él.

Un tiempo especial de penitencia y oración: La penitencia significa la conversión del pecador y designa el conjunto de actos interiores y exteriores dirigidos a la reparación del pecado cometido. Por eso, el beato José Allamano nos recuerda que la cuaresma es un tiempo importante para la penitencia: “Nosotros no somos como aquellos santos que se alimentaban sólo de pan y agua. De todos modos, el espíritu de penitencia es necesario para acostumbrarse a las exigencias de la vida. El Señor ama los pequeños sacrificios, perennes, puntuales. El que no lo hace de una forma, debe hacerlo de otra forma. Además del ayuno de alimentos existe el de ojos, el de la imaginación y el del espíritu” (Así los  quiero, 110). Así que, la cuaresma es momento oportuno para frenar con la ayuda del Espíritu Santo las pasiones desordenadas en nuestra vida.

 Asimismo, la cuaresma es tiempo para crecer en oración. La oración es hablar con Dios, con Jesús, pero Él mismo nos enseñó que no se trata de hablar por hablar, sino que tiene que ver con entablar una relación de amigos que se conocen a fondo y se quieren. El beato José Allamano recalca mucho la importancia de oración: “Rezar  es necesario para vivir bien. Hay que vivir de la vida interior. Que cada una de nuestras acciones, espiritual o material, empiece en Dios y termine también en Él. Este es el espíritu que debe acompañarnos cada día y todos los días; solo así nuestra vida será toda del Señor” (Así los quiero, 241).  En relación con la cuaresma, José Allamano recomienda el rezo y la meditación del salmo 50 (miserere): “Esto es muy oportuno por ser un salmo penitencial, compuesto por David después de su pecado. Él nos enseña el temor, la esperanza, y los buenos propósitos. Examinémoslo y apliquémoslo a nosotros” (Así los quiero, 110).

Tiempo de crecimiento espiritual: La cuaresma es un tiempo para el crecimiento espiritual. No podemos hablar de crecimiento espiritual si no tenemos vida espiritual. El beato José Allamano explica este aspecto en relación con la cuaresma: “Cada uno, para su propio provecho espiritual, realice las aplicaciones que Dios le inspira” (Así los quiero, 111). El crecimiento espiritual es el proceso de volverse más y más como Jesucristo. Cuando ponemos nuestra fe en Jesús, el Espíritu Santo comienza el proceso de hacernos más como Jesús, conformándonos a su imagen. El crecimiento espiritual quizá está mejor descrito en 2 Pedro 1:3-8, donde se nos dice que mediante el poder de Dios todas las cosas nos han sido dadas para vivir una vida de piedad, la cual es el objetivo del crecimiento espiritual.