Ssimbwa Lawrence es presbítero misionero de la Consolata; actualmente trabaja en Colombia.  


martes, 2 de enero de 2024

BEATO JOSÉ ALLAMANO Y CELEBRACIÓN DEL AÑO NUEVO.

En cada rincón del mundo, el nuevo año siempre es celebrado con mucho ahínco. Es recibido con mucha alegría y entusiasmo. La celebración del año nuevo es uno de los momentos más celebrativos en todos los pueblos y culturas de todo el orbe. Cada pueblo y cultura lo celebra de acuerdo a los parámetros de sus costumbres. Es importante notar que, la celebración del nuevo año está muy conectada con la celebración del fin del año. La alegría de celebrar el fin del año contagia el buen comienzo del nuevo año. Por la trascendencia del nuevo año, el beato José Allamano nos inspira en lo que es el verdadero significado de celebrarlo tal como se muestra a continuación:

Momento de dar gracias al Señor: Dice san Pablo: “Estén siempre gozosos; oren sin cesar; den gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo Jesús” (1Tes 5:16-18). La celebración del año nuevo es un momento oportuno para darle gracias al Señor por el buen  inicio del camino de los 365 días que componen el año. Agradecerle al Señor es reconocer que todo depende de Él. Es reconocer que Dios es el Protagonista de la historia del mundo. Al respecto afirma el beato José Allamano: “Esperemos llegar al final de este año agradeciéndoselo, así como ayer por la noche le hemos agradecido el año que pasó” (Así los quiero, p. 105).

Momento de empezar con energía. El nuevo año es un nuevo comienzo y nuevo amanecer. Es un nuevo camino que se emprende pero hay que iniciarlo con energía y entusiasmo. Al respecto aclara José Allamano: “Empecemos el año con energía y de igual modo todos los días, cada momento, sin desanimarnos nunca. (…) Este es el espíritu con el que tenemos que emprender el nuevo año” (Así los quiero, 104). Iniciar el nuevo año con energía permite proyectar bien el camino pastoral de cada misión, permite evaluar y discernir el quehacer misionero y hace que el misionero se comprometa de lleno a la misión evangelizadora a la que está llamado a realizar con fidelidad.

Momento de pensar en el presente: El nuevo año es una oportunidad de pensar en el tiempo presente. Aunque no se pueda dejar de hacer la retrospección acerca del año pasado, la celebración del nuevo año es un camino que requiere una proyección clara de cómo navegarlo exitosamente. Para ello afirma José Allamano: “No pensemos más en el pasado; el presente está en nuestras manos. Todos y todas llenos de buena voluntad” (Así los quiero, p. 105).  Así que, pensar en el presente implica “estar atentos en responder a la gracia de cada uno de los momentos que componen el año, no podremos volver atrás para recuperarla; como el tiempo, la gracia que no sabemos recibir en su momento, se pierde para siempre” (Así los quiero, p. 105). Pensar en el presente implica estar muy atentos a los signos de los tiempos de cada año. Interpretar los signos de los tiempos implica escuchar la voz de Dios que nos habla en cada momento coyuntural de nuestra historia.

Momento de pensar en nuestro comportamiento: Los comportamientos tienen que ver con  todas aquellas reacciones que tienen los seres vivos en relación con el medio en el que se encuentran. El nuevo año es momento oportuno para pensar en nuestros comportamientos. Acerca de eso dice José Allamano: “En este nuevo año es necesario que nos comportemos como si fuera el ultimo de nuestra vida. Si estuviéramos convencidos de esto, haríamos todo con más voluntad” (Así los quiero, 105). Pensar en los comportamientos es hacerse esta pregunta: ¿Cómo me comporté el año pasado? ¿Cómo voy a compórtame en este nuevo año? ¿En que área de mi vida tengo que mejorar? ¿Cómo está mi relación con Dios y el prójimo? ¿Qué hay que mejorar en el nuevo año? Esas preguntas permiten hacer buena reflexión acerca de nuestros comportamientos. La reflexión, bien sea personal o comunitaria, permite avanzar en los compromisos del presente y largo plazo.

Momento de hacer examen preventivo: El beato José Allamano resalta la importancia de vivir el nuevo año con siempre el examen preventivo: “Miren el año que tienen por delante y hagan un examen preventivo. Como lo hacemos cada mañana frente a la jornada, lo mismo debemos hacer con respecto a todo el año” (Así los quiero, 106). El examen preventivo tiene que ver con prever, pensar y ordenar las actividades que se piensan realizar en el nuevo año. Asimismo, tiene que ver con identificarnos con la voluntad de Dios. Identificarse con la voluntad de Dios implica tener la convicción de que todo lo que nos suceda está pensado y ordenado por Dios desde la eternidad.

Momento de bendiciones: El año nuevo traer consigo muchas bendiciones de Dios. Por eso José Allamano afirma: ¡Que el nuevo año sea un año con tantas bendiciones, para nuestros Institutos, para las misiones, para los misioneros y las misioneras!” (Así los quiero, 106). Es un momento de agradecerle al Señor por todas las bendiciones recibidas en el año pasado y asimismo, momento para encomendarnos a Él en el nuevo año que apenas iniciamos. Por eso hay que apuntar bien la mira. Pues “tratemos de pasar este nuevo año lo mejor posible; si habrá debilidades, tratemos de repararlas enseguida; que no haya ningún día inútil” (Así los quiero, 106).

Conclusión

El nuevo año es siempre celebrado con entusiasmo en cada rincón del orbe. Es un momento de agradecerle al Señor por las bendiciones recibidas a lo largo del año pasado y oportunidad de encomendarnos a la divina providencia en el año que apenas iniciamos. Como misioneros de la Consolata, pidamos a la Virgen Consolata y el beato José Allamano que nos acompañen con su divina intercesión en el año 2024.

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