Desde que se registró la
presencia de coronavirus en los municipios del pacifico colombiano, el estado
de las cosas se cambió drásticamente. El coronavirus está en casi todo el
territorio del pacifico colombiano principalmente en Buenaventura, Tumaco,
Chocó, Guapí, López de Micay, Timbiqui, entre otros. Dicho virus cambió
negativamente la forma de vivir y relacionarse de la población afro entre sí y
con los demás. Asimismo, la pandemia de coronavirus ha afectado enormemente la
espiritualidad afrocolombiana. Dicho de otra manera, la forma de entender e
interpretar el mundo desde el punto de vista afro ha sido afectada. A
continuación, se muestra cómo el coronavirus trajo consecuencias negativas a la
espiritualidad afrocolombiana.
En cuanto la celebración de ritos mortuorios: La espiritualidad afrocolombiana se manifiesta mucho en
los rituales mortuorios. Son expresiones
de solidaridad con el difunto y su familia. La mayor expresión del
ritual mortuorio es el velorio donde velan al difunto y acompañan a su familia antes del entierro. Es
una manera de solidarizarse con la familia del fallecido y de acompañarle para
vivir el tiempo de duelo. Normalmente en el velorio se cantan alabaos y se reza
el rosario por su eterno descanso. Asimismo, en las comunidades
afrocolombianas, se demuestra el amor por los muertos a través de manifestaciones
fuertes de llanto porque ante el dolor de la muerte se canta y llora. Después
del entierro, al difunto se le acompaña con el novenario tanto en su casa como
en la iglesia con el fin de abogar por la misericordia de Dios a favor de él.
El novenario termina con la ceremonia popularmente llamada el levantamiento de
la tumba que se realiza en la casa del difunto. En este tiempo de la pandemia, el
pueblo negro no puede realizar su espiritualidad en cuanto al acompañamiento de
los difuntos. No se pueden realizar los velorios tanto en la casa como en las
funerarias. Hay una ruptura total de la cultura. La pandemia de covid-19 ha
herido terriblemente la cultura afrocolombiana. Esta situación está causando
efectos psicológicos terribles a las personas que sienten negadas el derecho de
acompañar a sus seres difuntos. Para el pueblo afro es difícil entender esa
realidad. La intención del gobierno es frenar el contagio acelerado del virus.
Sin embargo, para los afros eso es un golpe a una costumbre milenaria que ha definido
siempre el ser del pueblo afrocolombiano.
Ruptura con la costumbre de entierro de los difuntos: En la cultura afrocolombiana no es común enterrar al
difunto con menos personas. Tampoco es común incinerar a los muertos.
Normalmente se entierra al difunto y se visita con frecuencia su tumba. Antes
del entierro, se vela al difunto y el día de su entierro lo acompañan
masivamente al cementerio. Durante el entierro, siempre hay la presencia de
muchas personas que se solidarizan con la familia del difunto. En este tiempo
de la pandemia, los muertos de covid-19, están obligados a ser cremados. Para
un afro es algo incomprensible. Está en contra de su cosmovisión e
idiosincrasia. La tristeza de la familia y amigos del difunto está en el hecho
de que no lo pueden acompañar tanto en el velorio como durante el entierro.
Algo que casi está fuera de la imaginación de muchos afros, es el asunto de la cremación.
Que uno es cremado y simplemente le entregan las cenizas a la familia. La costumbre afro es enterrar al difunto y
vivir tranquilamente los días del duelo. En este tiempo de covid-19, se está
experimentando una ruptura dolorosa con esa costumbre, cosa que muchos no
pueden imaginar.
Ruptura con el sentido de familiaridad: La vida social del pueblo afrocolombiano se gira
alrededor de la familiaridad y el compañerismo. La familia define mucho a la
persona afro. Es importante notar que en la cosmovisión afro, la familia no se
limita solo a los lazos de sangre. La familia no es solo la casa donde uno
nació, la familia es extensa que incluye a toda la comunidad. En este sentido,
todos son hermanos y hermanas. De hecho, son comunes las palabras que
caracterizan el sentido familiar del afro: mi pana, mi paisano, mi parcero,
etc., son expresiones comunes que muestran
los lazos de familia y amistad. Esa familiaridad se manifiesta en espacios de juegos
como el dominó, las cartas y otros
juegos tradicionales donde se expresan la amistad entre vecinos y amigos
comunes. Se muestran tambien en el compartir de bebidas como viche, curado, arrechón
y en espacios de trabajo a través de la uramba
y manocambiada, (trabajos realizados
en pro de la comunidad). Todo eso ha ido al piso en este tiempo de la pandemia.
El covid-19 ha acabado con la vida social, elemento que caracteriza bastante al
pueblo afro. La gente no puede reunirse para compartir ni para jugar, porque en
este tiempo de la pandemia todos deben confinarse y distanciarse del uno con el
otro para evitar los contagios. Por eso, el coronavirus es la mala noticia en
cuanto la vivencia del sentido familiar que caracteriza siempre al pueblo
afrocolombiano.
Separación con los adultos mayores: En la cosmovisión e idiosincrasia afro, los adultos mayores
juegan un papel imprescindible en la sociedad. De hecho, en la familia extensa
afro los adultos transmiten el conocimiento cultural a los niños y jóvenes. Son
las bibliotecas vivientes por la sabiduría acumulada que tienen. La familia
necesita a los adultos mayores y ancianos. Sin embargo, en este tiempo de la
pandemia ellos no están permitidos salir fuera de sus casas y tampoco pueden encontrarse
con sus familiares de otros lugares por el miedo de que sean contagiados. Eso
afecta a la comunidad afro que considera siempre el anciano como columna
fundamental para la transmisión de la sabiduría ancestral y los valores
culturales a los niños y jóvenes.
Ruptura con la visita a los cementerios: Para el pueblo afro, el cementerio es la casa permanente
de los difuntos. Ahí están las tumbas de los seres queridos. Se visitan las
tumbas para mantener la conexión entre el difunto, su familia y amigos. Los
afros, sobre todo, que residen en los centros urbanos están acostumbrados de
visitar a sus seres queridos en los cementerios. Es una costumbre que se realiza
mucho los fines de semana y el día del aniversario de difunto. Cuando visitan a
la tumba, le dedican los cantos que le gustaban, hacen oraciones por él,
limpian su tumba, le colocan flores y si le gustaba la cerveza, la echan sobre
su tumba. Es una forma de solidarizarse con el difunto y de mantener viva su memoria en la familia.
Con las normas puestas por el gobierno durante la pandemia, no están permitidos
visitar con frecuencia los cementerios. Los que están permitidos hacerlo, no
pueden visitar los cementerios en grupo, sino de forma individual.
CONCLUSIÓN
El coronavirus ha
causado enormes daños al pueblo afrocolombiano. Ha causado perdida de vida
tanto de jóvenes como adultos mayores. La cultura del pueblo está tambien
afectada, pues por el coronavirus la gente no está practicando algunas
costumbres que son muy importantes para la identidad cultural del pueblo
afrocolombiano. En este tiempo de la pandemia, el pueblo negro no puede velar abiertamente
a sus muertos, tampoco se puede visitar frecuentemente a los difuntos en los
cementerios. La vida social que caracteriza al pueblo negro tambien está muy afectada.
La gente no puede reunirse libremente para danzar, jugar o compartir las
bebidas tradicionales porque está prohibida hacerlo. Por eso, se puede colegir
que la pandemia de coronavirus ha causado daños irreparables a la
espiritualidad afrocolombiana y es la peor tragedia que ha pasado al pueblo
negro.
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