El 29 de enero de
cada año, los misioneros de la Consolata conmemoran el día en que el Instituto
fue canónicamente fundado por el beato José Allamano. Es un día importante
porque evoca aquel 29 de enero de 1901 cuando el cardenal Agostino Richelmy
firmó el decreto de la fundación de nuestra congregación religiosa. Desde ese
entonces, oficialmente el Instituto empezó a existir y ahora ya han transcurrido
118 años. No solo son años de la mera existencia del Instituto, sino también muestran
el camino que ha recorrido en la evangelización de diferentes lugares del
mundo.
Así que, el 29 de
enero es momento para dar gracias a Dios por la fundación de nuestro instituto
a través del beato José Allamano. Es importante notar que, la fundación de cada
congregación religioso-misionera es obra de Dios quien a través del Espíritu Santo
inspira a los santos fundadores para fundar las congregaciones religiosas con
carismas particulares que responden a las necesidades particulares en la
iglesia. El beato José Allamano fue inspirado por Dios para fundar nuestro
Instituto misionero con un carisma particular Ad Gentes. Para ello, la misión
Ad Gentes es el fin y la identidad del Instituto.
La fecha de la
fundación del Instituto nos hace mirar con ojos agradecidos a Dios por el
regalo del beato José Allamano a la iglesia universal. Con la fundación del
Instituto, el beato José Allamano se hizo padre de misioneros y misioneras de
diferentes trasfondos culturales. Gracias a él, varias personas de diferentes
pueblos del mundo conocieron a Jesús a
través de sus hijas e hijos: los misioneros de la Consolata. Gracias al
espíritu misionero recibido del beato Jose Allamano, los misioneros y las misioneras
de la Consolata han defendido a las minorías étnicas de injusticias, han
defendido a varias culturas de la extinción
y en varios lugares del mundo siguen apostando por la defensa del medio ambiente.
Gracias a sus hijos e hijas quienes evangelizaron a diferentes lugares del
mundo, varias tierras de misión se convirtieron en iglesias particulares
gracias a la evangelización recibida de ellos. Todo eso ha sido posible gracias
a nuestro Instituto misionero que empezó a existir desde el 29 de enero de
1901.
El 29 de enero nos
hace mirar al Instituto con ojos agradecidos al Señor por la historia de
nuestra familia misionera. La historia nos hace mirar el carisma misionero del
beato José Allamano quien trabajó incansablemente para que existiera nuestro
Instituto. Nos hace mirar su amor y entrega a la obra evangelizadora de la
iglesia. Además, la historia del Instituto nos hace mirar el ejemplo de
misioneros y misioneras de la Consolata que entregaron sus vidas para la
evangelización de los pueblos en África, América, Asia y otros lugares del
mundo. La historia nos hace vislumbrar a tantos misioneros y misioneras de la
Consolata que evangelizaron con la santidad de su vida. El ejemplo de eso son
las beatas Irene Stefani y Leonella Sgorbati.
En recapitulación, el
29 de enero siempre es una fecha importante para los misioneros de la
Consolata. Es una fecha para agradecer a Dios por haber inspirado la fundación de
nuestra familia misionera. Es una fecha para agradecer a Dios por el regalo del
beato José Allamano a la iglesia universal y por medio de dos institutos
misioneros fundados por él, contribuyó y sigue contribuyendo a la
evangelización del mundo. Asimismo, es una fecha para mirar con ojos
agradecidos a la historia de nuestra familia misionera para poder proyectar
mejor su futuro. Que la virgen Consolata y el beato José Allamano sigan
intercediendo por nuestra familia misionera.
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