Pero, ¿qué es una pastoral? Vale contestar esta pregunta que nos
conducirá al entendimiento de la pastoral misionera. La pastoral en sí es la forma histórica como la Iglesia
actualiza en cada época la revelación de Dios, interpretando sus caminos y mostrando
la manera de seguirlos. De origen agrario, la palabra pastoral se relaciona con
el pastoreo de las ovejas, algo común en la Palestina del tiempo de Jesús, y
que por eso se usa mucho en la Sagrada Escritura como metáfora lingüística de
las acciones de los líderes de la época, y de la misma actividad de Jesús y sus
discípulos.
Siguiendo esta imagen bíblica, la acción
pastoral es el conjunto de actividades que hace la Iglesia para llevar a cabo
la invitación de Jesús de anunciar a todos el mensaje de salvación. Dicho de otra forma, la pastoral es el servicio salvífico
de la Iglesia que se fundamenta en la voluntad universal salvífica de Dios.
La
pastoral misionera
La pastoral misionera es la acción
evangelizadora de la Iglesia que busca siempre despertar e impulsar en los
bautizados el espíritu misionero y la acción evangelizadora de distintos grupos
y comunidades que realizan la actividad misionera en el pueblo de Dios. Dicho de otra forma, es el
servicio evangelizador con el cual se anima y forma misioneramente a los
cristianos para que realicen eficazmente su misión local y universal.
Es importante notar que la pastoral de la Iglesia es una
sola, aunque se manifieste en diferentes pastorales de acuerdo al contexto de
cada lugar. Por eso, en la Iglesia hay diferentes pastorales, tales como la
pastoral penitenciaria, pastoral afro, pastoral familiar, pastoral de salud,
pastoral social, pastoral juvenil, pastoral de infancia, etc. La pastoral
misionera desea que Jesucristo sea conocido, amado y seguido como único
Salvador del mundo por quienes todavía no lo conocen, o por quienes por algunos
motivos abandonaron la fe en Señor.
Asimismo, la pastoral misionera promueve la
evangelización para que el Evangelio sea conocido y vivido por diversos pueblos
a la manera de sus cosmovisiones culturales, que no sean deformadas, sino
elevadas por el mensaje del Señor. La pastoral misionera comunica la fe a los
demás, pues “la fe se fortalece dándola” (Redemptoris Missio, no. 2). Así que,
la pastoral misionera de la Iglesia tiene estos enfoques:
La misión
con los que no conocen a Cristo: se
trata de la acción misionera comúnmente llamada Adgentes con el fin de que
Cristo sea conocido y seguido por los pueblos y culturas que todavía no lo han
conocido. A ellos se les dirige el primer anuncio. El objetivo del primer
anuncio es provocar en los que no conocen a Jesucristo una actitud de búsqueda,
el interés por la fe en Él y su evangelio.
La misión con los más alejados: Con los más alejados, quizá no sea la primera vez que
muchos de ellos han tenido encuentro con Jesucristo, ya que a menudo se trata
de cristianos bautizados que fueron catequizados en su infancia. Nos referimos
a aquellos hombres y mujeres que se declaran cristianos o creyentes, en los que
persiste un fondo religioso que
alimentan ocasionalmente, pero que construyen su vida diaria sin gran
referencia a Jesucristo y su evangelio. Sin embargo, los años que han vivido al
margen de la fe, han desfigurado en ellos todo rasgo cristiano y normalmente,
la acción pastoral que se dirige a ellos es la nueva evangelización.
La misión a los creyentes: A los creyentes en Jesucristo se les dirige la acción pastoral con el fin
de alimentar su fe y asegurar su compromiso con el seguimiento de Cristo. El
objetivo de la acción pastoral a los creyentes es provocar en ellos una apertura
al Evangelio, la búsqueda constante de Dios, la centralización de la propia vida
en Jesucristo y la disponibilidad a su seguimiento. En este caso, se dirige el
pastoreo a las comunidades de base, a los grupos apostólicos, a las familias, a
los enfermos, a los sectores evangelizados, a las instituciones, etc. La acción
pastoral a los creyentes y a comunidades evangelizadas tiene como propósito
acompañar su camino de fe en el Señor.
Actitudes
misioneras del evangelizador en el contexto afrodescendiente.
Una actitud puede entenderse
como la tendencia a actuar de una manera determinada. El misionero en el contexto
afro ha de tener unas actitudes misioneras particulares que le pueden facilitar
en su tarea evangelizadora. La
pastoral misionera entre la población afrodescendiente debe siempre partir del
contexto del mismo pueblo. Es importante notar que, el anuncio de Jesucristo no
es algo ajeno al contexto del pueblo afrodescendiente. De hecho, en la mayoría de
los territorios de los afrodescendientes, el evangelio llegó hace muchos años
casi en el mismo tiempo de la evangelización de la mayoría de los países
latinoamericanos o en todo el continente americano. Muchos de los
afrodescendientes son bautizados, aunque haya buen número de los que no
practican la fe u otras que la haya abandonado completamente. En este contexto,
es muy urgente la nueva evangelización y la misión Adgentes. Por eso, el
misionero en el contexto afrodescendiente debe tener algunas actitudes misioneras
necesarias que comparto a continuación:
Conocimiento
de la historia del pueblo afro: La
primera actitud que el evangelizador debe tener es la apertura a la historia del
pueblo afro. Debe partir de la pregunta: ¿qué es el pueblo afro, o quién es la
persona afrodescendiente? El afrodescendiente es aquella persona con raíces
africanas que vive en las Américas y en
todas zonas de la diáspora africana. El pueblo afrodescendiente en cualquier
país en América Latina o en todo el continente americano tiene una historia
peculiar. Es un pueblo cuya historia empieza con los ancestros africanos que
fueron traídos involuntariamente a las Américas como esclavos. Por eso, conocer
su historia es darse cuenta del pasado y el presente para poder proyectar el futuro
del pueblo afro. Conocer la historia es darse cuenta de sus luchas tanto en el
pasado como en el presente. La historia facilita conocer al hombre y a la mujer
afro, sus alegrías y sufrimientos. Conocer la historia libera al evangelizador
de los prejuicios y estigmatizaciones que ha habido acerca de la población afro.
Conocer la historia es encarnarse en la realidad que se vive para poder anunciar
a Jesucristo sin que Él sea ajeno e indiferente a la vida de los afros. La
historia del pueblo afrodescendiente hace que haya una pastoral diferenciada
comúnmente llamada la pastoral afro que promueve la inculturación del evangelio.
Así que, el conocimiento de la historia del pueblo afrodescendiente facilita la
evangelización en el contexto del mismo pueblo.
Conocimiento de la cultura afro: La cultura es la identidad de cada persona y pueblo, pues ella es
el conjunto de significaciones que dan sentido a la forma de entender toda la realidad
en la que se inserta. Es un paso
importantísimo que el evangelizador conozca y se identifique con la cultura
afrodescendiente. Por la trascendencia de la cultura, se suele
escuchar a algunas personas utilizando frases como “en mi cultura hacemos así”,
“ésta es mi cultura”, etc. Esas expresiones hacen entender que no existen
personas ni pueblos sin cultura y que la cultura es lo distintivo de cada ser
humano y de cada pueblo. La cultura de los afrodescendientes tiene elementos
que les diferencia de otros pueblos. Como en todas las culturas, asimismo, el evangelizador debe amar la cultura afro. La cultura afro
se expresa en varias formas: la gastronomía, las danzas, poesías, la manera de
entender el tiempo, los ritos mortuorios, los ritos de nacimiento, el agua de
socorro, la familia extensa, la vida comunitaria, etc. Si la cultura afro no
entra en dialogo con la fe, difícilmente habrá una evangelización sincera que pueda
causar un encuentro verdadero con Jesucristo.
Conocimiento
de la cosmovision e idiosincrasia del pueblo afro: La cosmovisión es la manera como una persona o una
cultura ve e interpreta el mundo. Se trata del conjunto de creencias que
permiten analizar y reconocer la realidad a partir de la propia existencia. La
idiosincrasia es una característica de comportamiento, manera de pensar, sentir
y actuar, rasgos y carácter propios o culturales de un individuo o una
comunidad. Un evangelizador en el contexto afro debe tener en cuenta la cosmovisión
e idiosincrasias del pueblo afrodescendiente. Debe tener presente la
cosmovisión del pueblo en torno al nacimiento de un niño, en cuanto a la muerte
de una persona, las celebraciones de la comunidad, etc. El conocimiento de la
cosmovisión e idiosincrasias permite relacionarse bien con las personas y eso
facilita la evangelización en el contexto afro.
Despojo
de estigmatizaciones y mentalidades negativas: La estigmatización tiene que ver con el conjunto de las
actitudes y creencias desfavorables que desacreditan o rechazan a una persona o
a un grupo. Históricamente la población afro ha sido estigmatizada. La
estigmatización al pueblo afro ha desembocada en discriminaciones y creación de
mentalidades negativas acerca del mismo. El evangelizador en este caso, debe
despojarse de las estigmatizaciones y mentalidades negativas que se han tenido a
lo largo de la historia acerca de las personas negras. San Pablo dice
claramente: “a los judíos me hice como judío,
para ganar a los judíos; a los que están bajo la ley, como bajo la ley (aunque yo no estoy bajo la ley) para ganar a los que
están bajo la ley” (1
Cor 9:20). Esa debe ser la actitud del evangelizador en el contexto
afrodescendiente. El despojo de las estigmatizaciones permite identificarse plenamente
con las personas e interactuarse fácilmente con ellas. Despojarse de
estigmatizaciones permite liberarse de las influencias negativas sobre las
personas y los pueblos. Despojarse de estigmatizaciones ayuda a liberarse de
hacer falsos juicios sobre las personas, y eso crea un ambiente donde se aprecia la diversidad cultural en la sociedad. Por
eso, el evangelizador debe ser libre de cualquier estigmatización que le pueda
llevar a desacreditar a las personas, pueblos y culturas. Eso sería un paso más
para la evangelización en el contexto afrodescendiente.
Alegría
y amistad: El pueblo
negro está siempre caracterizado por la alegría y amistad. Quien anuncia el
evangelio en su contexto debe tener la actitud alegre y amistosa. Pues la
amistad es una relación efectiva que se
puede establecer entre personas, que se basa en los valores fundamentales como
el amor, la lealtad, la solidaridad, la sinceridad y el compromiso, y que se
cultiva con el trato asiduo y el interés recíproco a lo largo del tiempo.
Varios santos y santas han reflexionado acerca del significado de la amistad.
Santo Tomás asocia la amistad con la caridad. Según él, la caridad es la
amistad entre Dios y el hombre. San Agustín dice que no se puede conocer a
nadie, excepto por medio de los amigos que tiene. San Jerónimo enseña que el
querer lo que el amigo quiere y el no querer lo que no quiere, es un signo de
verdadera amistad. Por lo tanto, la amistad es fundamental en el crecimiento de
la vida personal, familiar, social y eclesial. Es por eso que, quien evangeliza
en el contexto afrodescendiente debe siempre cultivar la amistad con las
personas y debe lucirse de alegría, pues ambas actitudes son herramientas
efectivas para la evangelización.
Inculturación
del evangelio: El evangelizador
en el contexto afro siempre debe ser inculturizante. Es decir, debe promover el
encuentro entre la fe eclesial y la cultura afro. La inculturación del
evangelio es el encuentro creativo y dinámico que se da en una persona y una
comunidad concreta, entre la fe eclesial y la cultura de un pueblo, es una
interacción y mutua asimilación entre la fe y la cultura. Se puede decir
que la cultura siempre es la pista de
aterrizaje de la fe, así que ambas se necesitan mutualmente. La inculturación del
evangelio debe ser un proceso que acompaña el plan de evangelización en el
pueblo afro. Varios elementos culturales del pueblo afro requiere dialogo con
la fe eclesial tales como la danza, los cantos autóctonos, la cosmovision afro
del medio ambiente, el uso de instrumentos autóctonos, la vestidura, etc. La
inculturación promueve la cultura de un pueblo, reconoce la semilla del Verbo
en ella, entra en dialogo con ella con el fin de que Jesucristo sea
identificado con la misma.
Paciencia
y humildad: La paciencia y la
humildad son actitudes que debe tener cualquier evangelizador entre los afrodescendientes.
La paciencia se puede entender como la voluntaria e ininterrumpida firmeza en
cuanto a las cosas arduas y difíciles. Paciencia
significa tener autodominio cuando las cosas no salen
como se quiere. Ser
paciente es ser sereno y tolerante frente a las dificultades. La paciencia
además es una forma de vida en donde prima la serenidad y el autocontrol. Las personas que tienen la virtud de paciencia saben esperar con calma a
que las cosas sucedan ya
que piensan que a las cosas que no dependen estrictamente de uno hay que darles
tiempo. La virtud de humildad, en cambio, se refiere a una cualidad de la
persona que se abaja frente a los demás, porque reconoce la igual dignidad de
cada ser humano. Es una cualidad en la cual la persona no pretende estar por
encima ni por debajo de nadie, sino que sabe que todos somos iguales, y cada
persona tiene el mismo valor. Por lo tanto, quien evangeliza en el contexto
afro debe tener tanto la paciencia como la humildad.
Actitud ecuménica y de dialogo interreligioso: El ecumenismo tiene que ver con el
conjunto de actividades e iniciativas dirigidas a restaurar la plena comunión
entre todos los cristianos. El ecumenismo comporta una toma de
conciencia de la voluntad de Cristo sobre la unidad de sus discípulos, del
escándalo de las divisiones que se han ido creando en el curso de la historia,
de la comunión que ya existe en virtud del único bautismo entre los discípulos
de Jesús y de la posibilidad de corresponder a la llamada y al don de Dios
llegando a restaurar la plena comunión. Sin embargo, el dialogo interreligioso es un intercambio abierto y respetuoso de puntos de vista entre
individuos y grupos con diferentes antecedentes religiosos y herencias
culturales, basado en la comprensión y el respeto mutuo.
El
evangelizador entre la población afro debe tener la capacidad ecuménica que le
permite dialogar con diferentes credos que se encuentran en los territorios
afros. Algunos afrodescendientes son católicos, otros pertenecen a las iglesias
evangélicas, algunos son testigos de
Jehová, entre otros. La capacidad ecuménica del evangelizador promueve la
unidad entre los pertenecientes a diferentes corrientes religiosas en el mismo
territorio. Asimismo, hay grupos números de afrodescendientes que pertenecen a
las religiones afro-americanas tales como la santería que tiene su origen cubano,
el candomblé que tiene origen brasileño, el vudú que tiene origen haitiano,
entre otras. Son religiones que se han difundido en muchísimos territorios afro
y cuentan con varios adeptos. Por eso, el evangelizador en tal contexto, debe
tener una apertura al dialogo interreligioso como una forma de acercamiento a
esa realidad.
Promoción de justicia, paz y reconciliación: El misionero en el contexto afro debe
ser promotor de justicia, paz y reconciliación. En el lenguaje común, la virtud de justicia arrastra la intuición de que las
personas deben recibir el trato que se merecen y, es el hábito consistente en
la voluntad de dar a cada uno lo suyo. Según santo
Tomás de Aquino, la justicia es la
constante y perpetua voluntad de dar a cada uno su derecho. La virtud de reconciliación está muy
unida a la paz.
Tiene que ver con recuperar un estado
previo, positivo, y traumáticamente quebrantado. La reconciliación es un
proceso de superación de rupturas, distanciamientos, agravios, heridas, entre
personas o grupos sociales.
Es importante notar que, la mayoría de
los territorios donde viven los afrodescendientes han sufrido las consecuencias
de injusticias, violencia y guerras. La historia del pueblo afro-descendiente
en las Américas está marcada por hechos
de violencia e injusticias, pues sus ancestros fueron arrancados
involuntariamente del África. Asimismo, muchos afrodescendientes han sufrido el
flagelo de racismo y estigmatización, cosas que promueven con frecuencia las
injusticias, violencias y odios. Por eso, el evangelizador en el contexto afro
debe tener como prioridad pastoral la promoción de justicia, paz y
reconciliación.
Conclusión
La evangelización siempre exige que
quien la lleva adelante tenga algunas actitudes misioneras de acuerdo al
contexto en que la está realizando. Cada contexto es un mundo diferente que
plantea interrogantes que requieren respuestas pastorales adecuadas sin salir
de los parámetros de su entorno. Por eso, el anuncio del evangelio en el
contexto afrodescendiente exige que el evangelizador tenga actitudes misioneras
adecuadas a ello.