El 24 de enero de 2017, la misión de san Martín de
Porres fue bendecida con la visita del padre Stefano Camerlengo, superior
General de los misioneros de la Consolata. Fue acompañado por los padres
Armando Olaya, superior regional Colombia-Ecuador y Ugo Pozzoli, consejero
general encargado del continente europeo y asiático.
Pocas horas después de su llegada, fue acompañado para
hacer una vuelta en el territorio con el fin de conocer más la realidad de la
gente. Al medio día, las hermanas de la comunidad Pequeñas apóstoles de la Redención
invitaron a él junto con todos los misioneros de la Consolata que lo
acompañaban para un almuerzo en el que asistió también monseñor Héctor Epalza
Quintero, obispo de la diócesis de Buenaventura.
En la tarde, el superior general de los misioneros de
la Consolata tuvo encuentro de fraternidad con los miembros de las pequeñas
comunidades que comprenden la misión de san Martín de Porres. Fue recibido con
cantos y danzas de la espiritualidad del pueblo afrocolombiano de la costa
pacífica. Luego hubo momento de compartir las experiencias de misión y fe entre la comunidad y los
misioneros de la Consolata. El padre Stefano le reiteró a la comunidad
cristiana de que la misión, la Consolación y la misericordia son elementos que
el verdadero seguidor de Cristo debería tener. Asi que, terminó animando a
ellos para que convirtieran a toda la misión de san Martin de Porres en una verdadera
casa de consolación.
En la noche y a la visita del superior general, la
diócesis de Buenaventura y el Instituto firmaron el convenio, acontecimiento
que ratificó el compromiso pastoral del Instituto en la diócesis de
Buenaventura. La diócesis fue representada por monseñor Héctor Epalza Quintero
y el Instituto por padre Armando Olaya, superior regional Colombia Ecuador.
El superior general no pudo quedarse para la ceremonia
de bendición de la casa tal como estaba previsto porque junto con el padre
Armando Olaya tenían que viajar a Manizales para el entierro del padre Francisco
Mellino quien había fallecido en las horas de la mañana.
El 25 del mismo mes, la misión de san Martín de Porres
vivió otro acontecimiento que marcó la vida de la gente del sector. Pues fue la
Eucaristía en la cual el obispo de Buenaventura bendijo la casa donde se
hospedará los misioneros. Es importante notar que, era el padre Stefano
Camerlengo el que tenía que presidir la ceremonia de la bendición de la casa,
pero por la muerte del padre Francisco Mellino se tuvo que cambiar todo el
programa para que junto con el padre Armando Olaya pudieran asistir a su
entierro en Manizales. Fue el padre Ugo Pozzoli, quien representó al General en
esta ceremonia y habló en nombre de todo el Instituto.
Que la virgen Consolata y el beato José Allamano sigan
fortaleciendo el camino de la misión que estamos llevando en la diócesis de
Buenaventura.