Ssimbwa Lawrence es presbítero misionero de la Consolata; actualmente trabaja en Colombia.  


lunes, 26 de noviembre de 2018

LA MARCHA POR LA VIDA Y LA TRANQUILIDAD DE BUENAVENTURA


El 23 de noviembre del año en curso, el pueblo de Buenaventura realizó una caminata por la vida y la tranquilidad en el territorio. Esta caminata se llevó a cabo como rechazo de la masacre que hubo el 13 de noviembre entre las comunas 10, 11 y 12 que dejó 4 personas muertas. A raíz de esa situación, el obispo de la diócesis de Buenaventura, monseñor Rubén Darío Jaramillo Montoya junto con los líderes del paro cívico llamó al pueblo a marchar en pro de la vida y la tranquilidad de Buenaventura. Esta marcha congregó a toda la ciudad en pro de una causa: el rechazo total de la violencia y la matanza en el territorio bonaverense. Por lo general, la caminata tuvo las siguientes características:

La voz del obispo en pro de la defensa de la vida
La iglesia católica es la institución más confiada en Buenaventura. Desde que aconteció la masacre el 13 de noviembre en algunos barrios, el obispo ha venido rechazando esos actos pecaminosos. En incontables ocasiones ha llamado a los actores intelectuales de la masacre a arrepentirse. Por ese motivo, se escogió este lema para la caminata: “POR LA VIDA Y LA TRANQUILIDAD.” Cuando se finalizó la marcha en el patio de la parroquia Cristo Redentor en el barrio Bolívar, el obispo pronunció estas palabras en defensa de la vida: “no nacimos para matarnos, sino para la alegría, por eso no queremos escuchar más balas en las calles, no queremos más el derramamiento de sangre, más bien, queremos escuchar las voces de la marimba, las del guasá, las del bombo y las voces de las personas cantando y danzando libremente porque Dios nos regaló la vida para la alegría.” El clamor del obispo fue muy claro: la vida es sagrada porque viene de Dios y por eso, ninguno tiene el derecho de quitársela del otro.

       Una caminata realizada en la noche:
Se podría pensar que la masacre que hubo el 13 de noviembre en algunas comunas de Buenaventura impediría que la gente saliera a marchar por el miedo a los violentos. Asimismo, se podría pensar que la gente por el miedo no saldría a la calle, más aún de noche para realizar la marcha en contra de la violencia. Además, normalmente en Buenaventura llueve mucho en la tarde, y de hecho cayó un aguacero fuerte pero la gente lo aguantó. A pesar de eso, el pueblo salió a defender su derecho a la vida y a la dignidad que son derechos inherentes de cada persona. Con velas encendidas y cantos de esperanza, el pueblo de Buenaventura marchó más de 10 kilómetros con optimismo  para un futuro de paz y tranquilidad en todo el territorio bonaverense.

Una marcha de carácter ecuménico, interreligioso e intercultural
El ecumenismo siempre busca la unidad de los cristianos y el diálogo interreligioso busca la relación mutua y respetuosa de personas de diferentes religiones y culturas. Se dio todo eso en la marcha. La caminata por la vida y la tranquilidad de Buenaventura vio la participación de las parroquias, las comunidades religiosas y varios movimientos apostólicos. Se vio la participación de comunidades indígenas representadas por la guardia indígena. Hubo la presencia de pastores de diferentes iglesias evangélicas. Todos marchaban juntos, cantaban y danzaban juntos dando el mensaje de rechazo contra la violencia que aqueja a Buenaventura.

  Una marcha donde los políticos participaron junto con la iglesia
A diferencia de las marchas anteriores donde la administración distrital de Buenaventura casi no participaba, esta vez hubo la participación del alcalde encargado junto con unos miembros de su gabinete. Hubo la participación de los presidentes de las juntas de acción comunal de Buenaventura. Se vio también la presencia del senador de la República Alexander Amaya, y representantes de varios políticos tanto de Buenaventura como del departamento del Valle de Cauca. La presencia de ellos a una marcha convocada por la iglesia y los discursos que pronunciaron en pro de la vida, dieron esperanza a todo el pueblo.

En recapitulación, la caminata por la vida y la tranquilidad generó mucha esperanza para el pueblo de Buenaventura. Gracias a ella, la mayoría de la gente que no salía de noche por el miedo volvió a cobrar la confianza. Gracias a la caminata, varias personas pudieron pronunciarse abiertamente en contra de los autores de la violencia que aqueja fuertemente al pueblo bonaverense.

viernes, 9 de noviembre de 2018

LOS PROBLEMAS SOCIALES QUE AZOTAN A BUENAVENTURA


Buenaventura es el puerto más importante de Colombia, pues alrededor de 70% de la exportación e importación del país pasan por este puerto. Pese a esa realidad, la gran mayoría de la población bonaverense está sumergida en la pobreza extrema y últimamente es víctima de muchos problemas sociales. Principalmente son cuatro problemas que aquejan a Buenaventura tal como se explica a continuación.

El problema de la basura en la ciudad. Últimamente cuando uno pasa por Buenaventura no se deja de asombrar por la cantidad de basura arrojada en las calles. La abundancia de basura en las calles y alrededor de varios recintos ha generado el mal olor y la contaminación del ambiente. Muchos habitantes de Buenaventura afirman que el manejo de las basuras en el puerto ha sido un permanente dolor de cabeza desde hace muchos años, con problemas desde la recolección hasta la disposición final de los desperdicios. El mayor problema es que, el basuro que se encuentra en el corregimiento de Córdoba ya se le terminó su vida útil y todavía no hay respuestas de parte del municipio acerca de la pronta construcción de un nuevo relleno sanitario. Ya han pasado varias semanas sin que la empresa responsable (Buenaventura Medio Ambiente-BMA) recogiera la basura de las calles y como consecuencia, la gente terminó amontonando los desperdicios en cualquier espacio libre que se haya encontrado. Las calles y las cuadras están muy contaminadas y el mal olor, fruto de la podredumbre de la basura, es la pesadilla que en estos días está atormentando a los bonaverenses.

La violencia: La violencia es una de las realidades que ha marcado siempre a Buenaventura. No se trata de que los habitantes de Buenaventura y del pacifico en general son violentos, sino que, los factores que contribuyen a esta nefasto contexto son externos en su mayoría. Los causantes de la violencia en Buenaventura son las guerrillas, los paramilitares, las bandas criminales, los carteles de drogas, la delincuencia local y los políticos corruptos, entre otros. Antes de la firma de la paz entre el gobierno del presidente Santos y la guerrilla de las Farc a finales de 2016, el mayor perpetrador de la violencia en Buenaventura era la guerrilla de las Farc. Ahora se afirma que la violencia en Buenaventura es causada por la combinación de varios factores tales como el cartel de Sinaloa, los disidentes de las Farc en el pacifico, las pandillas de algunos barrios, la corrupción, la pobreza que aqueja a la gran mayoría de la población bonaverense, entre otros.

La crisis de salud: Otro problema social de Buenaventura es la crisis de salud. Podríamos decir que es el desafío que actualmente aqueja más a Buenaventura y es de mucha complejidad. Se está registrando mucha perdida de vida humana a raíz de este problema. Actualmente en todo el municipio de Buenaventura no hay ningún hospital que está funcionando. Las clínicas empezaron a cerrar por falta de pago de las EPS y el único hospital Luis Ablanque De La Plata fue cerrado hace 5 años. La única clínica que presta los servicios no sólo para Buenaventura sino para todo el pacifico es la Santa Sofía del pacifico. En ella se experimenta mucho el hacinamiento de los pacientes, muerte por la falta de atención adecuada, entre otros problemas. A raíz de todo eso, la gente está obligada a ir a Cali para los chequeos médicos y para recibir los tratamientos necesarios. Los más afectados de esta realidad en su mayoría son los pobres, los niños y las mujeres quienes experimentan la dificultad de pagar el transporte para poder recibir los servicios médicos fuera de Buenaventura.

El problema de agua potable: El problema de agua potable en Buenaventura es muy serio. Si bien Buenaventura está rodeada del océano pacifico y varios ríos a su alrededor se desembocan en el pacifico, no cuenta con agua potable. El 71 % de la población sólo tiene agua potable menos de ocho horas al día. El 40% de los ciudadanos no tiene servicio de alcantarillado. Inclusive hay barrios donde pasan dos días sin acceso al agua. Sin embargo, cuando llega el fin del mes, la empresa Hidropacifico responsable de la administración del acueducto en Buenaventura reclama todo el pago como si la población tuviera agua todos los días. Por la carencia de agua potable en Buenaventura, se registran con frecuencia las enfermedades como diarrea, sobre todo, entre los niños.

LA IGLESIA, VOZ PARA POBRES Y VULNERABLES
La única voz confiada para la defensa del pueblo de Buenaventura es la iglesia Católica. Desde el inicio de Buenaventura como iglesia particular, los obispos y los sacerdotes han venido defendiendo la dignidad del pueblo a través de la promoción de la educación, los programas en pro de la niñez, los ancianos, las mujeres, entre otros. Desde el tiempo de monseñor Geraldo Valencia hasta hoy, el obispo de Buenaventura es considerado la voz principal para el pueblo bonaverense contra las adversidades que le aquejan. De hecho, popularmente el pueblo lo llama el “hermano mayor”. Todos los obispos que han pastoreado en Buenaventura han voceado en contra del abandono estatal, la pobreza extrema, la violencia y la presencia de los grupos ilegales tanto en Buenaventura como en el resto del pacifico colombiano. Ahora, la iglesia particular de Buenaventura a través de la voz de monseñor Rubén Darío Jaramillo Montoya y la pastoral social, vocea con constancia las necesidades de Buenaventura en materia de salud, y de esta manera, llama la atención al gobierno para que reabra con prontitud el único hospital que hay en Buenaventura, y tambien con el motivo de que, el pueblo pueda tener acceso continuo a los servicios básicos como el agua y la salud que son sus derechos.